#NavalMereceJugar: El último partido

La Pelota es Mía preparó un especial con distintas notas en torno a un nuevo aniversario de Naval de Talcahuano, donde aborda las circunstancias que rodean la inactividad del mítico elenco chorero por casi un año. #NavalMereceJugar fue una consigna que se tomó las redes sociales y las calles del Puerto el año pasado, y hoy recogemos para decir con más fuerza que el cañón no puede dejar de tronar, que el Morro debe volver a gritar goles y que el fútbol regional debe recuperar con fuerza a uno de sus bastiones. 

La vuelta fue fugaz y con polémica, como todo lo ocurrido en los últimos años con Naval de Talcahuano. En noviembre de 2017, la ANFP deliberó que Naval de Talcahuano SADP -administrado por Fernando Rojas- era retirado del organismo por el no pago de obligaciones, y a los pocos meses se iniciaba un juicio que hasta hoy continúa, con alegatos y un final más turbio y nublado que la vaguada costera.

Juicio que llevó al Ancla a no jugar por todo 2018, despertó la motivación del Club Social (dueño del 45% de las acciones de la SADP) para volver a competir en Tercera División en 2019. Pero la ANFA, y la figura de Juan Jimenez dieron un portazo inexplicable a las intenciones de Cristian Ferrada, su equipo y el plantel que había armado Andy Lacroix como DT.

En paralelo, Rojas seguía moviendo sus fichas y reunía a un plantel con interesantes nombres liderados por Patricio Almendra para poder competir en la Segunda División. Pero, ¿podrían hacerlo si aún había una acción legal en contra de la ANFP por la sanción de hace ya dos años?

El Tribunal de San Miguel pedía en enero a la ANFP aclarar la situación administrativa del Ancla y darle las facilidades para su reincorporación, la cual desconocería por varias semanas durante el mes de abril y mayo. Esto motivó una paralización total del Sifup, en la cual su presidente Gamadiel García negociaría directamente con la administración Moreno una solución para el regreso.

¿La solución? Jugar como invitado en Segunda División, cumplir con una serie de pagos y trámites administrativos. Todo sin poder disputar ni un sólo punto, ni la opción de ascender. Allí, Patricio Almendra y un grupo de jugadores decidieron dejar atrás los casi tres meses de trabajo ante la falta de competitividad y eran unos pocos los que ese 23 de junio saldrían a defender por última vez a Naval.

LOS ÚLTIMOS 90 MINUTOS

Nicolás Saavedra, Patricio Ramírez, Cristian Oviedo, Boris Sandoval, Andrés Merino; Giovanni Asken, Juan Pablo Aguilera, Giovanni Narvaez; Alejandro Oliva, Alan Lagos y Daud Gazale saltaban a la cancha como los once titulares del Ancla tras 562 días, y para medirse ante los suplentes de Fernández Vial.

Un duelo que si bien no valía por los puntos se sumaba a una historia con una larga pausa. 14 años sin jugar habían vivido vialinos y navalinos, y esa tarde de domingo era el momento idóneo para revivir aquellas proezas.

Dirigidos tácticamente por Rodrigo Raín, que trabajó como ayudante de Almendra durante esa corta y esperanzadora travesía. “Es difícil, pero los jugadores ya asumieron lo que pasó, toda la espera. Lo importante es la madurez que tengan ellos. Los que se quedaron dijeron ‘hasta el final», confesaba el Chocho días después del encuentro, revelando las dificultades que significaban convencer a un plantel.

Pero en la cancha, parece que nada de eso entró. Fueron casi 800 hinchas los que llegaron hasta el mítico Ramón Unzaga y una cifra similar la conectada a la transmisión de La Pelota es Mía los que verían un entretenido 1-1, que tuvo llegadas de ambos elencos con un juego más veloz en el primer tiempo y más físico en el complemento. Patricio Ramírez abriría la cuenta a los 19 minutos y 20 más tarde empataría Nicolás Diaz para los suplentes del Almirante.

Fin del encuentro y aunque muchos se fueron del Morro con la esperanza de un renacer, otro grupo importante sabía que no era factible jugar sin competir. En el camarín Boris Sandoval era quien sacaba la voz, como buen capitán y con larga experiencia en el fútbol, pidiéndole a sus compañeros mantener el trabajo realizado y motivarse con la oportunidad.

«Lo de los puntos es complicado, pero nosotros que nos sacamos la mugre entrenando seguimos acá, dando cara. No nos dejaron competir por los puntos, pero el orgullo y la dignidad no nos la van a quitar nunca (…) Hay que planificar algo para que la gente se pueda unir y todos vengan al estadio; estábamos en Tercera y llenábamos, y ahora no es así, entonces tenemos que unirnos todos», decía a los medios.

¿Qué pasó después? Ninguno de los rivales que tenía agendados el elenco chorero quiso viajar hasta Talcahuano en su fecha libre, las obligaciones económicas con la ANFP no se cumplieron y hasta hoy, Naval sigue navegando a la deriva y reviviendo en el corazón de cada hincha que no vio sociedades anónimas ni clubes sociales, sino que la tradición de toda una vida.

Fotografías: Carlos Ávalos y Felipe Venegas/La Pelota es Mía

2 Replies to “#NavalMereceJugar: El último partido”

  1. Naval otro club afectado por la mano de Jadue y los dirigentes de deportes concepción .
    Naval un club de la armada apoyado por hinchas con camisetas de la U.

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