Por Ricardo González Ferrada, Psicólogo y magíster en Psicología de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Autónoma de Madrid. Psicólogo del CD UdeC.
A casi tres meses de iniciada la emergencia sanitaria, la ANFP ha propuesto para finales de Julio, la fecha de retorno a la competencia deportiva, por lo que muchos clubes del fútbol profesional chileno han retomado los entrenamientos manteniendo protocolos específicos, como la distancia física en grupos reducidos para ir poco a poco recuperando la normalidad.
Una de las grandes preocupaciones es evitar el contagio del COVID-19 en los jugadores, así como también evitar posibles lesiones en ellos, principalmente tomando como ejemplo lo ocurrido en otras ligas, como en el caso de la Bundesliga alemana, en donde las lesiones tuvieron una ocurrencia en promedio de un lesionado por partido en su primera jornada post pandemia, presumiblemente a causa del desentrenamiento, la reducida puesta a punto y el estrecho margen de la calendarización de partidos.
Para evitar que las lesiones lleguen a causar más de un dolor de cabeza a los clubes del fútbol profesional, el trabajo preventivo deberá ser abordado tanto a nivel físico como a nivel mental, principalmente reduciendo el posible estrés que muchos jugadores pudieran estar presentando especialmente ante este nuevo escenario de vida.
Por ejemplo, un futbolista que interpreta esta vuelta al fútbol como algo potencialmente estresante, probablemente interpretará que los recursos deportivos con los que cuenta en la actualidad son menores a la demanda que se le exije tener, ya sea por su inactividad prolongada, por el escaso entrenamiento en cancha o por no sentirse óptimamente preparado.
Este evento psicológico podría generar un aumento de la tensión muscular, un estrechamiento de su campo visual o un aumento de la distracción, predisponiendo al deportista a que sufra algún tipo de lesión, principalmente de tipo muscular.
Comprendemos que es una tarea compleja poder recuperar los partidos perdidos en los últimos meses. Es importante entonces, que las partes interesadas velen por el cuidado de los futbolistas y les permitan alcanzar un adecuado rendimiento, adoptando medidas preventivas que protejan su integridad física y mental, para de este modo evitar una nueva interrupción de su actividad, la misma que con tanta premura necesitan para recuperar su mejor versión.
Fotografía: Comunicaciones Ñublense