En conversación con La Pelota es Mía, el volante Oskar Méndez repasó parte de su carrera y analizó el presente de Deportes Quillón.
El joven volante oriundo de Chillán conversó con La Pelota es Mía y recordó parte de su trayectoria a su corta edad. Oskar se formó en el club de barrio Unión Santa Inés de Chillán Viejo, donde gracias a sus destacadas actuaciones logró partir al fútbol joven del Campanil.
Al recordar esa experiencia, Méndez comenta que: «a los 13 años me fui a la Universidad de Concepción donde jugué hasta la sub 17 y salí campeón con esa serie. Es un equipo de primera división, muy bueno y aprendí muchas cosas en el equipo, como orden y disciplina».
A los 17 años tomó la decisión de probar suerte en Ñublense por «temas familiares, para estar más cerca de mi casa. Pensé que se me podían dar las cosas y estuve desde los 17 hasta los 21, subía y bajaba al primer equipo y me tocó vivir varios cambios de ‘DT'».
Al analizar su paso por ‘Los Diablos Rojos’, el volante reconoce que: «no logré consolidarme por muchos factores, no era tan disciplinado y pensaba que con solo llegar al Plantel de Honor ya era un logro tremendo, solo pensé en mantenerme y no en jugar. Tuve varios entrenadores y siempre me pasó lo mismo», reflexionó.
Posterior a esto, en 2018 se fue a préstamo a Fernández Vial, donde repasa que: «me llevó un muy buen profe (Cristian Mollins), pero lamentablemente las cosas no se le dieron. Luego llegó un nuevo entrenador (Roberto Muñoz) y prácticamente no me conocía nada, así que tuve que luchar y pude ir citado la mayoría de los partidos donde logré sumar minutos. Comenzando la liguilla me lesioné, tuve un esguince de tobillo grado 3 que me tuvo parado 3 meses. Como pertenecía a Ñublense no pude volver al club por mi lesión y no tuve la oportunidad de volver a probarme y quedé sin club».
Oskar destaca su paso por Fernández Vial recordando que: «fue tremendo, un equipo con mucha gente muy apasionada que iba a todos lados, un gran club y espero volver con más experiencia y lograr algo importante».
En la presente temporada, defiende los colores de Deportes Quillón. El joven chillanejo menciona que: «en la primera rueda se nos hizo muy difícil. Con la llegada de Mario Salgado pudimos cambiar el juego y retomar la confianza, es un entrenador bastante bueno que jugó más de diez años en Italia, tiene experiencia y estudia muy bien los partidos. Creo que en la segunda rueda lo hicimos muy bien y estuvimos muy cerca de entrar en liguilla de ascenso. Ahora comenzamos con el pie derecho y creo que mantendremos la categoría, tenemos muy buen equipo. Queremos dejar bien parado a Quillón».
Finalmente, Oskar reflexiona sobre lo que ha sido su carrera a los 22 años de edad, donde comenta que: «cuando uno es joven a veces se te van los humos a la cabeza y no entrenas al 100%, piensas que estás listo pero no has ganado nada realmente. Por eso he tenido que dar la vuelta larga y ahora que estoy en Deportes Quillón he aprendido a apreciar mejor las cosas y a trabajar de la mejor manera estés donde estés», decretó.
Fotografías: Pasión de Tercera, La Pelota es Mía y Comunicaciones Ñublense.