En la última jugada del partido, Manuel Rivera clavó un zurdazo que regresó a los triunfos a García y los suyos. Los chillanejos quedaron terceros, detrás de Colo-Colo y Unión Española.
Partidazo, con todas las de la ley. Así se pueden describir los 90 minutos que animaron Everton y Ñublense en el Estadio Nelson Oyarzún de Chillán, ante un poco más de 4 mil espectadores. Fueron los de Jaime García que, haciendo un gran partido, se quedaron con el triunfo y, por ende, con tres puntos fundamentales para consagrarse en el podio del torneo, a 10 fechas de haber iniciado este.
Pero no fue fácil. Fiel a los partidos de Ñublense, los Diablos Rojos buscaban con optimismo e ímpetu la apertura de la cuenta, sometiendo a Everton en su campo propio y registrando gran cantidad de jugadas en el arco defendido por Fernando De Paul, que durante el cotejo tuvo que sacar sus mejores atajadas para mantener en salvo su arco. Pese a esto, se fueron 0-0 al entretiempo.
Afortunadamente, eso sí, llegó la justicia que tiene este deporte. Minuto 52 y tras una gran jugada asociada, Nicolás Guerra (que volvió a jugar hoy tras la fractura de tobillo sufrida ante La Serena) empujó el balón al fondo de la red. El suspenso se tomó de todas formas el Nelson Oyarzún tras el empate de Di Yorio al minuto 80.
García mandó a la cancha a Mathías Pinto y a Felipe Reynero para disponer de un esquema totalmente entregado en obtener los 3 puntos. Y estos llegaron. Manuel Rivera, en el minuto 95 (literalmente en la última jugada del partido), sacó un precioso remate a raz de suelo desde fuera del área para batir a un De Paul que se iba como figura de Chillán. Golazo y tres puntos en casa.
Ñublense lo celebró como si fuese la final de la Copa Libertadores. Y, ¿cómo no hacerlo? Si el elenco de García marcha entre los tres primeros del torneo a 10 fechas de haberse iniciado este. Solo la histórica marca de Fernando Díaz supera a esta del Búfalo. En la próxima fecha, los Diablos Rojos visitarán a O’Higgins en el Estadio El Teniente de Rancagua.
Fotografía: En Cancha