En conversación con La Pelota es Mía, la jugadora habló sobre su estadía y objetivos con el equipo tras incorporarse este año al plantel. Además comentó cómo ha enfrentado esta pandemia estando lejos de su país de origen.

Natalia Espinoza, quien proviene de la liga de Colombia, comenzó jugando al fútbol a los 8 años y su primer campeonato fue con un equipo de niños, siendo la única mujer en participar de este torneo. La jugadora se recibió como Licenciada en Educación Física y también como entrenadora Conmebol, tras jugar gran parte de su vida en Colombia, y este año decidió cambiar de rumbo y conocer más de cerca la liga chilena.

-¿Cuándo tomaste la decisión de venir a jugar a Chile? ¿Cómo fue la reacción de tu familia?

-Al empezar este año decidí que quería salir a jugar al exterior y no jugar en Colombia, así que me contacte con una gran compañera del Vial y hablé con ella. Pude contactar con el DT y allí empezó todo. Mi familia siempre ha sido un pilar importante en todo este proceso que llevo como futbolista, siempre están al tanto de mis cosas. En Colombia siempre estaba fuera de la ciudad jugaba en un lugar y después en otro, pero siempre tenía contacto con ellos, así que nos acostumbramos.Ya cuando les dije que era fuera del país y que iba a jugar hasta final de temporada que terminaba en noviembre obvio fue duro, ya que en Colombia yo podía en mis tiempos libres, viajar dos o tres días, pasar tiempo con mi familia y volver al entrenamiento, y acá tocaría esperar hasta terminar todo. Es duro dejar tu familia pero, he sido muy independiente y sabía que no iba a ser fácil pero aun así esto hace parte de mi proyecto de vida.

-¿Cómo fue el recibimiento de tus compañeras cuando llegaste al equipo?

-La institución y el plantel femenino me recibieron súper bien, desde que llegué al aeropuerto en Santiago el delegado del club estaba pendiente, muy formal. La verdad no lo esperaba. Me siento feliz acá, es una familia y hay generosidad, trabajo en equipo y lo más importante mucha humildad.

-Has tenido tiempo de conocer bien al equipo, ¿qué es lo más destacas del plantel?

-Lo que me gusta y destaco del plantel es definitivamente el amor que hay por el equipo y el respeto por la camiseta. También la entrega, dedicación y amor por sus colores.

-Me imagino que es difícil estar lejos de tu familia sobre todo con lo que está pasando respecto a la contingencia. ¿Cómo lo has enfrentado?

-En mi caso, me alimenta que todos los días veo a mi familia por Zoom, hablo con mis amigos, estudio online, leo, veo series y escucho música. Además asisto a foros y congresos internacionales de fútbol, ya que tengo mi club de fútbol femenino en Manizales. Todo el tiempo estoy ocupada y a la espera que todo esto pase.

-¿De qué manera el club te ha prestado ayuda para afrontar estos momentos difíciles?

-Con el club nada que decir, de verdad pensé que por esto de la pandemia iban a cambiar mis condiciones en el contrato, pero no. Están siempre al pendiente, el club repartió cajas con alimentos, nos dio kits de entrenamiento, muy humanos la verdad, muy pendientes siempre y eso hay que reconocerlo, están haciendo un gran esfuerzo, para que todo el plantel esté bien.

-¿Cuáles han sido las dificultades de hacer los entrenamientos desde casa?

-Desde casa se hace difícil entrenar, por el poco espacio que tienes, no puedes realizar muchas cosas además que no cuentas con todos los elementos necesarios. Así que con lo que puedas ingeniar y con lo que el plantel nos dio, se hacen los trabajos.

-Pensando en el campeonato cuando se reanude, ¿cuáles son tus objetivos con este plantel?

-Mis objetivos son claros, con el Vial quiero hacer historia. Vine a ganarme un puesto, vine a aportar, estar siempre arriba en la tabla y lograr salir campeona con este equipo. Además lo más importante para mí es mostrar el respeto y el amor por esta institución.

-Respecto a lo que has podido conocer sobre el Campeonato Nacional Femenino en Chile, en cuanto al apoyo por parte de las instituciones, ¿en qué se diferencia con el torneo en Colombia?

-En lo futbolístico acá se hace un poco más físico que allá. En cuanto al apoyo, en Colombia la mayoría por no decir la totalidad tiene contratos, cada una gana un salario dependiendo de su trayectoria y experiencia. Los partidos los jugamos previos a los partidos masculinos y se jugaban siempre en los estadios, nunca en una cancha que no fuera el estadio del equipo, manejábamos toda la indumentaria, con el equipo masculino teníamos la misma indumentaria, teníamos lo que era necesario. En cuanto al apoyo, creo que Colombia está un poquito más avanzada y acá le falta más importancia, que el equipo femenino jueguen en sus estadios correspondientes, las condiciones deben ser parejas ya que representan a una misma institución, en cuanto a eso deben ser igualitarias.

Fotografía: Bárbara Muñoz/La Pelota es Mía y cedida