En conversación con “Pandemia Forera”, el ex volante de la Universidad de Concepción, Luis Pedro Figueroa, recordó sus inicios en el club, el primer ascenso, la Copa Libertadores, pero también habló de su salida.
Si bien, al oriundo de San Pedro de la Paz, no le gustan las entrevistas y menos las redes sociales, aprovechó de recordar sus inicios en el club. «Fueron duros, en una cancha de tierra. La UdeC había subido recién a Primera B y entrenábamos ahí. Creo que todo eso me ayudó muchísimo para forjar el carácter», afirmó.
Debut con anécdota
El ex jugador de “La Roja” también recordó su estreno con el club en el 2000, con apenas 16 años, versus Fernández Vial. «En la previa nos juntamos a almorzar al frente de la Universidad. No comí nada. A los 35 minutos se lesiona Cristian Peña y el ‘profe’ Marcoleta me dice ‘Figueroa adentro’ y ahí se me borra la película, por el nerviosismo. Gracias a Dios ganamos 1-0 y lo más duro de eso es que al otro día me tenía que sacar el servicio militar, por eso no me olvido. Fueron momentos muy lindos que siempre van a quedar guardados», señaló.
El volante de 37 años, admitió que en ese tiempo se jugaban como en el barrio, sin tanta técnica, y que, con Eduardo De la Barra -y más tarde con Luis Marcoleta y Yuri Fernández- fue mejorando la técnica.
Además, Luis Pedro, rememoró la campaña del 2003 con Fernando “Nano” Díaz en la banca técnica y el debut de Jorge Valdivia. «El equipo jugaba tan bien, que el estadio estaba lleno. Iba gente de otros equipos y nosotros disfrutábamos jugando. El ambiente era extraordinario, un grupo muy genuino».
Copa Libertadores 2004
El 3 de febrero del 2004 y con dos años en Primera División, el “Campanil” debutó en una competencia internacional. En esa oportunidad, integró el Grupo 3 de la Copa Libertadores, con Santos Laguna (México), Caracas FC (Venezuela) y Cruzeiro (Brasil). De ese recuerdo, Luis Pedro agregó que «se armó un buen equipo, pero nosotros desmerecíamos mucho al fútbol mexicano y con los brasileños sabíamos que había problema, además estaba Rivaldo y un par más, que volaban. Sabíamos que ir a Brasil era imposible traer algo».
El regreso a la institución
Tras una larga carrera, con pasos en Argentina, Brasil y Portugal, y tras no renovar con Colo-Colo, Figueroa decide volver al club que lo vio nacer, después de 12 años. El 23 de diciembre de 2017 firmó un contrato por todo el 2018 con el objetivo de jugar la Copa Libertadores, tal como lo hizo el 2004. «El día que firmo ese contrato, fui por el día, estaba de aniversario de matrimonio y ese mismo día mi madre se hizo un examen y a la semana nos confirman que mi mamá tenía cáncer. Volver, casi trece años y a los tres meses ya se murió mi vieja, fue súper fuerte. Ese año fue difícil, pero también bonito».
Amiga salida
El volante reconoció que tras la salida de la UdeConce vivió un duro momento. «Me deprimió porque yo salí de ahí. Si soy futbolista es porque me desarrollé ahí, me hice persona y fui creciendo. Me puso muy triste, pero la vida es así, viene otro. Quiero mucho al club, pero me afectó ver lo mismo, esa indiferencia».
Figueroa, también hizo su análisis y criticó el actuar de la dirigencia con la falta de identidad con la gente, la ciudad y con los jugadores que marcaron en el club. «La Universidad, la casa de estudios, es lo más importante, pero el fútbol sí es demasiado importante. No le des todo el valor dentro de la casa estudiantil, pero haz una separación como lo hace la Universidad Católica o la Universidad de Chile. La dirigencia nunca logró captar más hinchas y eso nunca lo entendí. Fuiste a Libertadores, a Sudamericana, peleaste una final, ganaste una Copa Chile, volviste a una Sudamericana. Creo que faltó decir ‘nosotros necesitamos que esto explote’».
Además, agregó algo respecto al aniversario del club. «Hace poco me llegó el video del aniversario del club y no salen jugadores importantes. Osvaldo González no está, ‘Pescado’ Parada no está. Da lo mismo el nombre, esto tiene que ver con la identificación. En el fútbol chileno son más queridos los extranjeros que los chilenos, nuestra cultura es despreciar y botar lo nuestro».
Al cierre, el mediocampista que disputó 191 partidos, en sus dos periodos con la camiseta del club, envió un saludo a los hinchas del “Campanil” y recalcó que «a veces es mejor ser pocos y buenos, que tener una multitud y ser todo lo contrario. Sigan adelante y tienen todo mi respeto».