El «Pistolero» Flores recordó aquella llave donde Ñublense jugaba por primera vez en su historia en un torneo internacional, donde la infraestructura y la altura fueron factores importantes.
El año 2008 es de las temporadas más recordadas por los hinchas de Ñublense, debido a la clasificación por primera vez a un torneo internacional. Aquel año, el plantel debió jugar de local en Linares, debido a la remodelación que se estaba haciendo en el estadio Nelson Oyarzún Arenas, situación que aparentemente no les trajo complicaciones, ya que lograron una de las mejores campañas en la historia de la institución.
Ñublense debutaría en Copa Sudamericana enfrentando a un desconocido Sport Ancash, equipo peruano que también jugaba por primera vez un torneo internacional. La llave fue de ida y vuelta, donde Ñublense comenzaría jugando de local en Concepción.
Luis Flores Abarca recordó el largo viaje para disputar el partido de vuelta. «Llegamos a Lima primero y después había que llegar hasta Huancayo. Me recuerdo que en esos momentos estaba Juan Zapata, en utilería y le digo que quiero orinar y me dijo que no habían baños en el camarín y tuve que ir a afuera. Fui y al lado estaban los hinchas de Sport Ancash», contó sobre las paupérrimas condiciones del recinto deportivo que tuvieron que visitar.
«La altura era insoportable. Yo era el encargado de los balones detenidos, al primer córner, le pego y sale al otro rincón, era impresionante. Yo había jugado en Calama o en otros lugares con altura como México, pero no me había tocado esa cantidad», expresó uno de los delanteros más importantes de Ñublense en su historia.
Ñublense cae en la primera ronda de la Copa Sudamericana tras un 4-1 en contra en el resultado global, luego de recibir una goleada en tierras peruanas. «Fue una mala experiencia en cuanto al resultado», reconoce Flores.
Fotografía CD Ñublense