El ahora ex jugador comenzó su carrera en Fernández Vial, mismo club en el cual finalizó su carrera, pero también tuvo pasos por Universidad de Concepción en nuestra zona y un largo palmarés para contar.
«Pensé que iba a ser más fácil». Así comentaba Arturo Sanhueza en entrevista con su ahora ex club, Fernández Vial, a propósito de su regreso a los aurinegros concretado en 2019, cuando la escuadra se encontraba en Segunda División. Allí logró aquel ascenso y título en 2020 y, dos años más tarde, fue el capitán del plantel que no pudo vencer al fantasma del descenso, punto culmine de una carrera colmada de títulos y un récord en el fútbol nacional.
EL JUGADOR MÁS LONGEVO
El 13 de agosto fue un día especial para Arturo Sanhueza. En esa jornada, los aurinegros cayeron ante la Universidad de Concepción, pero el «Rey» logró un hito: ser el jugador más longevo del fútbol chileno -sin contar arqueros- con 43 años. 898 partidos en el profesionalismo, 189 de ellos en los «Inmortales».
Casi sin saberlo, su último partido sería el 17 de octubre, día en que Fernández Vial perdió ante Barnechea, resultado que trajo la salida de Patricio Lira y el regreso de Claudio Rojas.
SE LLEVÓ LA COPA PARA SU CASA
Arturo Sanhueza, quién hoy colocó fin a su carrera, dice adiós al fútbol profesional con nueve títulos, siendo el único jugador que ha sido campeón en todas las divisiones del profesionalismo. El desglose es el siguiente: siete trofeos de Primera División, uno de ellos el último de Santiago Wanderers en 2001, mientras que el resto en aquel glorioso Colo Colo tetracampeón liderado por Claudio Borghi. «Tenía muchas ganas de ser campeón. Me llevé la copa para la casa», dijo tras ser campeón del Apertura 2006 en entrevista con Canal 13.
El resto se completan con el obtenido por Deportes Temuco en la Primera B en la temporada 2015-16 y el de Fernández Vial en 2020, este último festejado meses después por los conflictos legales con Lautaro de Buin.
En la zona, también tuvo un paso por el Campanil en 2012 donde disputó 16 partidos, para luego recalar en la novena región y, años más tarde, a Cobreloa en 2016, el último paso antes de regresar a los aurinegros.
Su última celebración fue en 2020, como su retiro, fue sin grandilocuencias ya que se confirmó meses más tarde en los Tribunales de Disciplina de la ANFP a mediados de 2021. «Cuándo nos avisan que jugaríamos en Primera B nos colocamos a llorar con Claudio -Rojas-. Fue muy emocionante. El desafío era grande. La verdad es que ahora me he impregnado mucho más con esta institución», comentó sobre el retorno a la división de ascenso, torneo y equipo que lo vieron decir adiós a su carrera de forma silenciosa y de visitante, sin despedirse de la hinchada vialina, la mismo que lo vio debutar en ese ahora lejano 21 de julio de 1996.