Desde que volvió la competencia oficial post pandemia, Ñublense tuvo que cambiar su localía hacia el estadio Huachipato CAP-Acero, debido a que el Nelson Oyarzún Arenas fue utilizado como Puesto de Atención Médica Especializado (PAME).
De los diez partidos disputados tras el retorno de la actividad, Ñublense jugó seis en condición de «local», debiendo trasladarse hasta Talcahuano para recibir a sus distintos rivales. Una situación particular para los «Diablos Rojos», quienes debieron viajar desde Chillán para afrontar cada encuentro, pero fue un recinto en el que terminaron haciéndose fuertes con cinco victorias y un empate.
«No jugar en casa, con tu ambiente, tu gente, es totalmente distinto. Si bien ahora no hay público, hay un desgaste que tienes todos los días de partido, que es viajar, tienes que salir 3-4 horas antes. Terminamos jugando todos los partidos de visita, pero en este plantel hay ganas, actitud y compromiso», comenzó diciendo el técnico chillanejo.
El próximo 28 de octubre se reanudaría el torneo de la Primera B, donde Ñublense empezará en calidad de visitante ante Magallanes. Tras esto, deberá recibir a Melipilla, en lo que sería el retorno al Nelson Oyarzún Arenas.
«Nosotros queremos volver a nuestra casa, sentirnos locales. Es hora de que nos den la posibilidad de volver, porque salir a jugar todos los partidos de visita es complicado», agregó el estratega.
Ñublense retornará a la segunda parte del torneo como exclusivo líder. Situación que deberán defender de cara al objetivo final que es el ascenso. «Son 15 fechas que van a depender de nosotros, que nos sirvan para el objetivo que tenemos. Siempre con los pies en la tierra, porque el tener la responsabilidad de ir puntero te lleva a muchas cosas», concluyó García.
Fotografía: Comunicaciones Ñublense