Ignacio Sepúlveda: El renacer de un sacrificado futbolista que se ganó una camiseta en el once lila

Por Felipe Santibáñez

El ‘7’ de Deportes Concepción ha encantado a los hinchas con su sacrificio en cancha, tanto así que se ganó un puesto en el once titular a punta de esfuerzo, kilómetros recorridos y goles, para ser una de las cartas de gol que ilusiona al León de Collao en su camino por el ascenso. 

Aquel delantero aleonado desde la banca por su entrenador, es Ignacio Sepúlveda. Padre de una pequeña hija, y criado en San Pedro de la Paz, expone una imagen que refleja su fuerza interior, pero oculta el verdadero sacrificio que ha hecho para estar ahí. Para entender mejor las vueltas de su vida, basta con ver dónde está, convirtiendo el gol del triunfo ante República Independiente de Hualqui, dejando al cuadro de CSD Concepción en la primera fase del torneo. 

El equipo penquista atraviesa su mejor momento futbolístico desde su vuelta a la actividad deportiva tras las desafiliación hace tres años atrás, ubicándose puntero en la liguilla de ascenso en la Tercera División B, sin embargo, todo entendido del fútbol chileno sabe lo complicado de esa división, y lo largo que es el campeonato.

Ante el buen momento que viven ‘los lilas’, Ignacio lo toma “como un privilegio, sobre todo porque jugar en el Conce representa mucho, especialmente a sus hinchas”. Aquellos hinchas y sentimiento, algo que el delantero comprende. “Desde que llegué al club se me pegó la pasión que los hinchas y funcionarios traspasan y me siento orgulloso de jugar aquí, sea la división que sea”, expresó.

El carácter humilde de Ignacio, reconocido por todos sus cercanos, sobre todo por aquellos amigos que hizo en su paso por el Colegio Saint Johns, es factor clave de su buen momento en el equipo. A diferencia de muchos compañeros, viene de una familia donde jamás le faltó algo, y donde el apoyo fue constante en relación al fútbol. Si bien, la mayoría de los jóvenes que aspiran a ser futbolistas profesionales valoran el apoyo de parte de sus familias, para Ignacio Sepúlveda es vital.

“El apoyo ha sido fundamental, mis papás creen en mis capacidades incluso más que yo”, confiesa entre risas. “Ellos quieren que siga jugando fútbol por los sacrificios que hice de pequeño. Mi familia disfruta el presente que estoy viviendo y me van a ver a estadio, lo pasan bien”, expresó. Aun siendo un muchacho de proyección, ha congelado sus estudios universitarios de Pedagogía en Educación Física en la Universidad San Sebastián para dedicarse a su pasión por el fútbol, explicando que “mis papas me aconsejaron congelar los estudios, decían que estudiar se puede en cualquier momento de la vida, y este momento lo tengo que vivir al máximo por todo lo que luche para llegar hasta aquí, quizás por eso valoro tanto estar en Deportes Concepción”.

El futbolista vive días de gloria, sin embargo, no todo siempre fue felicidad en su carrera. Desde los 10 años, el ariete hizo inferiores en Huachipato, equipo el cual lo vio crecer, futbolísticamente hablando. Tras años de destacada participación en el club acerero, llega el momento en que cada joven aspira a debutar profesionalmente, pero esto nunca ocurrió. Como si se tratase de una pesadilla, Ignacio sufrió una lesión que lo dejó al borde del retiro del fútbol. Aquella operación de rodilla fue un punto de inflexión para el jugador, quien fue desvinculado de Huachipato por a su condición física. Sin duda, una salida que ningún jugador esperaría de un club que defendió por  toda una vida.

“Recuerdo mis inferiores con cariño, pero mi último tiempo fue malo, salí por una lesión y me tenía que operar, por eso me dejaron libre, de ahí que me quedé con esa espinita por la triste salida”. Una lesión en un jugador tan joven significa mucho, ya que el tiempo perdido no se recupera. “Pensé que se me acababan las opciones del futbol, pero ahora estar viviendo este presente es súper bonito, lo valoro mucho más por lo mal que lo pasé”, expresó Ignacio.

Como si fuera de conocimiento general, el entorno social de Ignacio aprecia su resiliencia y perseverancia luego de su lesión. Uno de sus amigos, con el cual hasta el día de hoy comparte cancha fuera de Deportes Concepción, es John McHugh. Ambos se hicieron íntimos amigos durante su educación media, uno delantero y otro central, comparten ese sentimiento único por el balón. Al respecto, John ha sido un apoyo constante para el jugador, y expresa que “el Nacho es una persona muy fuerte mentalmente, porque no cualquier jugador joven es capaz de entender lo que una lesión significa, en el momento de tu carrera donde esperas hacer el salto definitivo al profesionalismo y debutar oficialmente”.

Por lo anterior, y lo hecho actualmente, el ‘Nacho’ es un referente, tanto para su familia, como para amigos, siendo muy querido en su entorno social, y ahora por los hinchas lilas.

UN LLAMADO PARA RENACER

Deportes Concepción volvió a la competencia en marzo de este año, tras más de 700 días de inactividad, por lo que era de esperarse que su regreso fuera con bombos y platillos. Se esperaba un equipo joven, debido a las condiciones de edad que impone la división del futbol chileno, sin embargo, este equipo ha sorprendido por la garra que pone cada partido, como hinchas jugando por el equipo de sus amores.

Para Ignacio esto es un renacer, y valora ser parte del plantel, desde el momento en que fue contactado para conformar el plantel. Posterior a su lesión, el Nacho disfrutaba del fútbol a nivel escolar, y posteriormente universitario, pero nunca dejó de jugar en su colegio de educación media. El llamado del Conce “fue inesperado. Me contactaron por buenas recomendaciones, además, sabían que estaba alejado del futbol y me llamaron a probarme. Yo estaba dedicado a los estudios, pero venía siguiendo las campañas del Conce y dije que sí inmediatamente, ni lo pensé. Antes de eso, tuve propuestas de 3 equipos de la división, pero no me llamaron la atención, lo del Conce es diferente”, confesó Ignacio.

El camino de Ignacio Sepúlveda estaba orientado en un 100% a ser un profesional, egresado de la USS, y con las mismas aspiraciones de un profesor de educación física, sin embargo, las vueltas de la vida quisieron otra cosa. Ahora, el veloz delantero solo esperar mantener el nivel y lograr los objetivos con Deportes Concepción, lo que venga en el futuro, solo el fútbol lo sabe.

Fotografía: Archivo La Pelotas es Mía

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