Huachipato queda en zona de descenso directo por primera vez desde 1992

El triunfo de Melipilla sobre O’Higgins tuvo repercusiones directas en Talcahuano, dado que los acereros cayeron ante Antofagasta, quedaron en la zona roja y aún deben jugar con Everton. La última vez que estuvieron en esta situación, los de Talcahuano bajaron de categoría.

La situación en Huachipato es catastrófica. Toda posibilidad de margen de error se le acabó hace tiempo al ahora equipo de Mario Salas, ya que el pésimo torneo que está haciendo tocó fondo el día de hoy. Tras caer de local ante Antofagasta, el triunfo de Melipilla ante O’Higgins terminó por hundir a los acereros.

Huachipato acaba de quedar penúltimo, en puestos de descenso directo, solamente sobre Santiago Wanderers. Si el torneo terminase esta noche, los acereros jugarían el próximo año en el ascenso del fútbol chileno, ex Primera B.

La tabla está planteada de la siguiente forma: el cuadro caturro (que heroicamente derrotó en su clásico a Everton) está en el fondo con 18 unidades. En la penúltima ubicación está ahora Huachipato, que se estancó en el último cupo de la zona de descenso directo con pobres 23 puntos. En el puesto por el partido por la permanencia quedó Melipilla tras derrotar a O’Higgins, con 25 unidades. El primer equipo en salvación es Curicó Unido, que ya goleó a los acereros por 1-4 en el CAP. Los torteros llevan 27 unidades.

Un poco de historia

Casi 30 años tuvieron que correr para que Huachipato volviera a estar en los puestos del peligro en el torneo local. Fue en 1992 cuando estuvo colista absoluto desde la fecha 14 del torneo que terminó ganando Cobreloa. Los de Talcahuano sumaron apenas 18 unidades en 30 partidos jugados. Ganaron y empataron 6 partidos (en ese entonces los triunfos daban 2 puntos y no 3) y perdieron los restantes 18. Terminó descendiendo, coincidentemente, junto a otro equipo de la zona llamado Fernández Vial. Su periplo en la B duró poco: regresaron a primera en 1995.

Huachipato visita a Everton el miércoles 20, desde las 21 horas.

Fotografía: La Pelota es Mía / Bárbara Muñoz

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