Desde que Juan José Luvera tomó la banca acerera, el cuadro de la usina goza de un presente optimista: 3 triunfos, una derrota y 12 goles a favor en solo 4 partidos. El argentino confirmó oficialmente su permanencia hasta que termine el campeonato, pero el gran juego de Huachipato da para ilusionarse con otro torneo.

Huachipato revivió hace cuatro partidos. Juan José Luvera tomó un equipo que parecía iba en caída libre, tras la gestión de Gustavo Florentín. Sin embargo, actualmente lo tiene con las ilusiones de incluso llegar a Copa Libertadores, una que no tiene presencia acerera desde hace 8 años.

Es que es imposible no comparar ambas gestiones. En conferencias de prensa, Luvera ha sido enfático en no querer referirse a su compañero de profesión y antecesor por respeto. Pero sí se ha referido sobre qué es lo que más destaca de su gestión. Para el argentino, lo que tiene al acero brillando estos días, no es una diferencia netamente de táctica.

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«Son dos estilos de juego distintos. Yo no puedo hablar del cuerpo técnico saliente, primero por respeto y, segundo, porque somos profesionales y de repente hay buenos o malos momentos. Con respecto a la táctica, son dos estilos distintos. Acá se gana y se pierde de todas las maneras. Creo que la diferencia no es tan táctica, que hay que ver componentes de fuera del campo que luego se notan dentro”, afirmó Luvera.

El argentino insiste en que para él, lo primordial es la buena relación que mantiene con sus dirigidos, así como con quienes integran la institución acerera.

«Hoy lo emocional y humano es esencial. Los futbolistas son personas y atraviesan momentos difíciles. Creo que debemos ir a la faceta de la comunicación, creo yo que el entrenador moderno debe tener buen feedback y comunicación con sus jugadores. Más aún el difícil momento mundial que estamos viviendo”, dijo el entrenador.

Luvera ha hecho que la presión constante y la contundencia ofensiva sean las claves de su juego y ha afirmado en reiteradas ocasiones que espera poder mantener y, también, mejorar, ese estilo en la banca de Huachipato. Lo cierto es que tendrá mucho tiempo para hacerlo antes de su próximo partido, cuando el acero trate de imponerse sobre el cobre en El Salvador el 6 de febrero.

Fotografía Agencia UNO.