Llegó a fines de 2016 como alternativa tras la salida de Ronald Fuentes, y sus tres años frente a los estudiantiles estuvieron marcados por la irregularidad. Mientras en 2017 y 2019 vivió profundas crisis de resultados, logró la clasificación consecutiva a dos copas Libertadores y se fue en el cierre abrupto de una temporada que los tenía destinados al descenso.
El 1 de noviembre de 2016 Francisco Bozán dejaba el ostracismo de la dirección técnica -que lo tenía como analista en medios de comunicación- para asumir un nuevo desafío en su joven carrera como DT: llegar a una atribulada Universidad de Concepción complicada por los malos resultados y tras la salida de Ronald Fuentes.
Tres años después, y en un escenario similar, el laureado DT del Inaf deja su cargo luego de que la dirigencia liderada por Mario Parada decidiera no renovarle el vínculo contractual y así cerrar tres temporadas de contrastes, sorpresas y un Campanil que estuvo a nada de seguir haciendo historia.
Bozán completó 106 partidos oficiales hasta octubre pasado, ganando 36, empatando 32 y perdiendo 38, lo que le significó un 44% de rendimiento. En su primera temporada (2017) logró empatar tres partidos y perder uno en el torneo de Transición. Sin embargo, gracias a la clasificación al duelo final por el cupo a la Libertadores gracias a su desempeño en el torneo anterior, se imponía ante Unión Española y volvía al torneo continental más importante tras 15 años.
En la segunda temporada (2018) logró dejar atrás el mal comienzo de temporada, con la abrupta eliminación en la Libertadores ante Vasco Da Gama (0-6), y alcanza una solvencia en el juego que le permitió pelear hasta las últimas fechas el título con Universidad Católica. El subcampeonato logrado vuelve a insertarlo en la Conmebol Libertadores, pero esta vez en la fase de grupos. Sumó 58 puntos, con 18 victorias, cuatro empates y ocho derrotas; Fernando Manríquez, Jean Meneses y Ronald de la Fuente se lucieron como figuras del plantel.
En la última temporada tuvo un buen comienzo, gracias a triunfos ante Universidad de Chile en casa y el histórico estreno ante Sporting Cristial por Libertadores (5-4). Sin embargo, con el correr de los partidos y el andar de la temporada -eliminación copera en Mendoza y de Copa Chile ante Valdivia- surgieron nuevamente los fantasmas de temporadas anteriores.
Sumó 23 puntos en 24 partidos jugados en el torneo nacional, y ganó sólo uno de cada tres partidos como local, anotando un total de 23 goles y recibiendo 35.
De esta forma, y en el medio de un complejo escenario interno de la casa de estudios del Arco y el Campanil -donde la prioridad es acortar presupuestos- se zanjó la no renovación de Bozán, quien apostó sus fichas a una temporada exitosa este 2019 y gracias al abrupto final del torneo logró quedarse en Primera. ¿Sus reemplazos? Juan José Ribera y Francisco Arrué, dos ex UdeC, corren con ventaja para asumir el desafío de rearmar un plantel vacío, con 17 jugadores fuera, y de devolverle la mísitca a un club que ya cumplió un cuarto de siglo sacando la cara por la capital del Biobío.
Fotografía: Carlos Ávalos/La Pelota es Mía
Éxito a Bozán, creo que lo mejor es que se haya ido de la UdeC, a mi me hubiese gustado que se quedara, pero la hinchada ya no lo quiere más. Lamentablemente a Bozán le desmantelaron el equipo que venia haciendo las cosas bien, el equipo que iba para campeón!, en fin, suerte en su nueva travesía a Bozán.