El mediocampista conversó con La Pelota Es Mía sobre sus primeras experiencias en el fútbol profesional y sus objetivos a futuro.
Conocidos son los casos de Ricardo Escobar, que durante su estadía en Coquimbo Unido se tituló de abogado y también el de José Pedro Fuenzalida, quién en su receso en el fútbol aprovechó de estudiar ingeniería. Este es el mismo camino que tomó el joven jugador de la UdeC, quién compatibiliza ambas cosas, su pasión y su futura profesión.
El mediocampista está cursando su primer año de ingeniería en la Universidad de Concepción y en lo deportivo ya ha sumado sus primeras citaciones en el equipo de Fernando Vergara aunque no ha logrado hacer su debut profesional.
Quevedo comenzó su naciente carrera futbolística en la sub-13 del Campanil, pero antes tuvo un paso por la Universidad de Chile. “Estuve a prueba en la escuela de San Pedro, luego estuve en Santiago, luego volví”, contó.
¿Cómo fue el recibimiento en Universidad de Concepción?
«Super bien. En esa época estaba el profe De la Barra y nos trataba como a un hijo, nos tenía muy buena a todos y nos ayudaba a surgir”.
¿Cuáles son tus mayores logros y tus objetivos?
“El tener mi primera citación en el fútbol profesional. Ha sido cumplir un sueño, pese a que no he jugado (en el primer equipo). Espero poder debutar este año”, agregó.
En tanto, durante el año pasado el jugador comenzó sus estudios universitarios: “Mi familia es de la idea de los estudios primeros. Que el fútbol lo equipare con una profesión es un desafío fuerte, por lo exigente, lo he sabido llevar a cabo con buenos promedios”, señaló.
Y agregó: “No, uno es un alumno más. En estos momentos es cuándo te das cuentas que es casi imposible compatibilizar el colegio o la universidad y el deporte. A veces es frustrante”.
¿Sentiste en algún momento frustración?
“Sí, hubo un momento que me sentí super frustrado. En el club se daban cuenta porque llegaba cansado o malhumorado, el kinesiólogo y el profe me ayudaron y me pude ir adaptando a medida que fui madurando”, afirmó.
Sobre la relación con sus padres y cómo lo han ayudado en este doble desafío, el jugador de 21 años comentó: “Me ha costado un poco, porque hay que estar dedicados 100% a esto, por ejemplo, ahora ellos están de vacaciones y yo no los pude acompañar”.
En cuanto a los límites que le podrían imponer sus padres, Cristóbal no ha tenido problemas y no sufre presiones: “Sé que si no sumo minutos, tendré que dejar el club e ir a uno de alguna división inferior, ya tengo algunas opciones”.
El club que aparece como opción es uno que está fuera de la región, en cuanto a eso, el actual Universidad de Concepción sabe que tendrá que hacer un esfuerzo mayor para rendir de buena forma en ambas canchas, eso sí, asegura que sus padres ya saben de sus nuevos rumbos futbolísticos y le demostraron su apoyo.
Fotografía: Comunicaciones Fútbol UdeC.