Pese al buen arranque, cayó por 2-1 ante Curicó Unido por la cuarta fecha del campeonato de Primera División. Sin rumbo ni ideas, los dirigidos de Eduardo Acevedo vieron desmoronarse la ventaja inicial lograda por un laburoso Cecilio Waterman. 

Semana a semana, la Universidad de Concepción afronta el torneo nacional con la presión de sumar para dejar atrás el fantasma del descenso, tras una atribulada temporada 2019.

Sin embargo, el conteo hacia atrás sólo genera más preocupación, luego de que este domingo a las 21 horas cayera por 2-1 ante Curicó Unido, por la cuarta fecha del campeonato, sumando sólo un punto de 12 posibles.

El trámite del encuentro parece una historia repetida, un tiempo con una imagen deslavada, sin juego entre líneas, y otro tiempo donde las ideas fluyen y las ocasiones son una constante. Esta última fue la descripción del primer tiempo, donde pese a que las ocasiones se repartieron, los dirigidos de Eduardo Acevedo supieron inquietar la portería de Paulo Garcés.

En el complemento y tras una falta a Bryan Carvallo, el cuadro auricielo abrió la cuenta a los 65 minutos gracias a un potente remate de penal de Cecilio Waterman -su segundo del torneo- y proyectaba un buen cierre de partido.

Sin embargo bastaron 13 minutos para que el elenco tortero diera vuelta la historia. Primero con el remate de cabeza de Jens Buss tras centro de Pablo Parra a los 75 minutos, y luego con el infantil penal que Guillermo Reyes hizo a Diego Vera, ratificado por el VAR, que fue cambiado por gol por el propio delantero uruguayo.

De esta forma los auricielos se instalan en el fondo con sólo un punto, y este viernes visitan a Antofagasta esperando sumar puntos en una temporada que se avizora compleja.

Fotografía: Carlos Ávalos/La Pelota es Mía