Gabriel Vargas inició de gran manera su 2021, ya que comenzó anotando, ganando y celebrando. Pero no marcó cualquier gol, sino el gol oficial más difícil de anotar: el 200 a nivel de clubes.
En su primera etapa con Deportes Concepción, logró 20 rugidos. Luego, muy joven, recaló en Puerto Montt, donde solo anotó siete goles. Su revancha vino en un clima totalmente opuesto al de sur, en pleno desierto, donde marcó 17 anotaciones en el 2007 con Cobresal.
Esos 17 tantos fueron sus credenciales para volver a la octava región, pero no con los colores lilas, sino con los de la Universidad de Concepción, donde dejó una huella imborrable con 108 goles en 228 partidos, lo que le valió para convertirse en el goleador histórico del club, seguido por el «Denver» Riveros, quien suma 58 tantos.
Más tarde, el jugador apodado «Arcángel», tras celebrar en Semana Santa una de sus 200 pepas, tomó sus maletas y viajó hasta la ‘U’ de Sampaoli, donde fue parte del plantel campeón de la Copa Sudamericana 2011. En su paso por la escuadra ‘laica’, marcó en 29 veces. Tras ello, tuvo un paso por Patronato de Argentina, donde infló una sola malla.
Regresó a nuestro país para vestir la camiseta de Curicó Unido, donde se matriculó con 12 tantos y, para esta temporada, tras irse joven y dar una vuelta larga, volvió con sus maletas llenas de goles y celebraciones al club que lo vio nacer futbolísticamente: Deportes Concepción, donde hoy escribió una capitulo importante en su carrera.
La temporada ha tenido dificultades en cuanto al rendimiento del equipo, pero para Gabriel Vargas quedará marcada, sobre todo el 5 de enero de 2021, donde en una cancha sintética, lejos de Collao y sin el fiel público del ‘león’, anotó el único tanto ante San Antonio, uno que se recordará con la más épicas de las músicas: el 200, el rugido del bicentenario goleador.
Fotografía: CSD Concepción.