Hoy es un nuevo aniversario de aquel 9 de febrero de 2013, fecha que quedó marcada como uno de los días más tristes del fútbol chileno, tras la muerte de los 16 hinchas de O’Higgins en la ruta hacia Tomé.
Corría la tarde del viernes 8 de febrero y se jugaba la tercera fecha del Torneo de Transición 2013. Huachipato recibía a O’Higgins en el Estadio CAP, pero con la mente puesta en el debut por Copa Libertadores ante Gremio. Tal vez eso se notó en cancha, ya que los rancagüinos se impusieron por un marcador de 0-2. Los goles de Gonzalo Barriga a los 26′ y por Juan Rodrigo Rojas a los 62 minutos dejaban feliz a un plantel que escalaba en los puestos más altos de la tabla. En tanto sus hinchas organizaban un viaje a Dichato con el fin de realizar un asado.
Todo fue felicidad en el cuadro celeste, hasta que un cambio de planes manchó todo de forma irremediable e inolvidable. Finalmente, el paseo que pretendió ser una celebración, terminó de la peor forma: la micro que trasladaba a 37 pasajeros desbarrancó, cayendo 150 metros por la Cuesta Caracoles en el ingreso a Tomé. El accidente dejó un saldo de 16 fallecidos, 9 de ellos menores de edad y 21 heridos que calaron hondo en el fútbol chileno. El luto, la pena y el dolor no se hicieron esperar.
Dentro de los recuerdos que maneja el plantel celeste de aquella época, el portero Luis Marín comentó al respecto. “Es la tragedia más complicada que he tenido que vivir en mi carrera. La pérdida de un hincha al que uno le tiene cariño y lo conoce es imposible borrar. Debe ser la tragedia más grande de nuestro fútbol», señaló en TNT Sports.
En tanto Yerson Opazo rememoró el momento en el que el plantel recibió las primeras noticias. «Estábamos muy preocupados, las noticias no eran claras. Con los compañeros que seguíamos despiertos no sabíamos qué hacer. Al otro día recién pudimos ir al hospital en Talcahuano a ver a algunos de los muchachos», recordó en la prensa de aquella época.
¿Morir en el olvido? Jamás
Desde aquel día, en O´Higgins saben que todo cambió y cada 9 de febrero rinden homenaje a aquellos hinchas. Hablamos de los 16, que están en la memoria y en el corazón de una ciudad y de un equipo donde el cielo es más celeste que en el resto de Chile. No solo dejó huella en su ciudad natal, sino también en Talcahuano. Huachipato instaló una placa conmemorativa en el Estadio CAP y su utilero, Leoncio Castillo, con pancartas y camisetas, homenajeó a los fanáticos fallecidos.
La tragedia caló hondo, pero también se convirtió en imbatible convicción. «El Capo de Provincia» supo hacerse fuerte y transformar la herida de la irremediable pérdida en fortaleza. O’Higgins, que inició el 2013 de luto, finalizó la etapa regular de aquel fatídico torneo en igualdad de puntos con Universidad Católica, con 39 unidades. Los celestes sabían que debían hacer historia para que aquellas 16 estrellas brillasen más fuerte. Llegó el día y aquel Estadio Nacional desbordado con 40.000 personas fueron testigos de algo histórico: la primera Copa del «Capo de Provincia».
Los celestes celebraron un campeonato de forma heroica ante los Cruzados, dirigidos en ese entonces por Martín Lasarte. Fue un 1-0 con solitaria anotación de Pedro Pablo Hernández. Es la única copa que ha logrado el cuadro, que entonces dirigía Eduardo Berizzo. Un trofeo que se posó entre las 16 estrellas que jamás se borrarán del cielo, celeste como la camiseta que con orgullo defendieron.
El tanto del «Tucu», hoy capitán del «Capo», se celebró tanto acá como en el cielo por sus hinchas, que fueron homenajeados de la mejor forma. Con el primer campeonato del equipo por el que dieron la vida, en un día que jamás se borrará de la historia del fútbol chileno.
Fotografías: Agencia Uno