El sábado pasado, mientras se jugaba el partido entre Dinamarca y Finlandia, los ojos del planeta fútbol se detuvieron en Christian Eriksen. ¿El fútbol local está preparado para algo similar? Especialistas y un «acerero» que vivió para contarlo, nos comentan la realidad.
Esa es la pregunta que automáticamente se nos vino a la mente y con respuestas no tan positivas. La Pelota es Mía conversó con dos especialistas en la materia y Denis Montecinos, recordado ex seleccionado nacional y jugador de Huachipato que debió dejar la actividad por problemas cardiacos.
Los protocolos
El periodista Michael Boys quién ha trabajado como coordinador de eventos de la FIFA, entre ellos la Copa del Mundo en Rusia comentó los protocolos para esta situaciones.
En nuestro país, los protocolos son idénticos a los de la UEFA y en ellos se indica que todo desplome o desmayo debe ser atendido como un ataque cardiaco y todos los estadios deben tener disponibles unidades médicas, comentó Michael Boys.
De hecho, cualquier caída sin contacto previo es una indicación de que los asistentes médicos pueden ingresar a la cancha sin esperar una instrucción del árbitro del encuentro y que toda maniobra de reanimación se debe realizar en cancha, mientras que la transmisión del partido debe evitar todo tipo de morbo, haciendo planos generales, señaló en su cuenta de Twitter.
La Realidad Local
A raíz de lo ocurrido hace casi una semana, las alarmas se encendieron en la ANFP, quienes desde principio de año trabajan en un catastro para saber la situación de cada club, ya que, por ejemplo, no todos cuentan con un desfibrilador, que es algo crucial en estas emergencias. <<Los casos de muerte súbita se producen por cinco razones, entre ellas el síndrome de QT largo y de Brugada, y esto con un masaje cardiaco, no se recupera, se necesita un desfibrilador>>, comentó a LPEM Jaime Tapia, médico de Smart Salud.
¿Cómo funciona un desfibrilador?
El cardiólogo nos comentó que <<se carga con un voltaje de corriente dependiendo del peso de la persona y estos deben ser más fuerte que el voltaje del corazón y, al disparar esta carga, todas las fibras del corazón que se estén contrayendo quedan en cero, y allí se retoma el control normal. Luego, se produce una carga en el tórax para regresar el latido normal>>.
Danilo Venegas, coordinador del área de salud de Deportes Concepción, comentó a La Pelota es Mía que en los entrenamientos, partidos y viajes el plantel, siempre llevan consigo un especialista. <<Tenemos personal calificado para realizar maniobras de reanimación. Además, durante los partidos los equipos deben contar con una ambulancia para cualquier emergencia>>, tal como lo indica el reglamento. Por otro lado, en el «león de Collao» trabajan para adquirir un desfibrilador.
Sumado a lo anterior, en los clubes del fútbol nacional se realizan chequeos mediante electrocardiogramas y test de esfuerzo, los cuales se repiten de forma anual. <<Nosotros realizamos un seguimiento a los futbolistas y, en caso de cualquier molestia, todo lo revisa un especialista>>, señaló Venegas.
Vivió para contarlo
Denis Montecinos tenía 23 años y vivía un momento de auge en su carrera. Fue mundialista Sub 17 en 1997, pero años más tarde, el 2004, su vida y carrera cambiaron para siempre. Junto a La Pelota es Mía revivió su historia.
Tras 122 partidos, con cuatro goles anotados en torneos nacionales, Montecinos debió dejar el fútbol por problemas cardiacos. <<De un día para otro comencé a sentir complicaciones, pensábamos que era algo nervioso, pero fue insostenible seguir jugando. Luego me diagnosticaron problemas en el corazón>>, comenzó contando.
<<Me encontraron taquicardias ventriculares; era difícil realizar actividad de alto rendimiento, pero en Santiago me hicieron tratamiento y pude volver a entrenar ya sin taquicardias, pero nada descartaba que podrían regresar>>, recordó.
Mayo de 2004, Puerto Montt recibió a Huachipato en un duelo que terminó 2-1 para los locales. Para Montecinos era el regreso al fútbol, estuvo en la banca y todo fue ilusión, pero, al regresar a la octava región, todo cambió.
<<Volví a Santiago para revisiones con un especialista y en sus informes decía que no podía seguir en la alta competencia. Es una pena y no es para lo que uno se prepara, pero hay que saber sobreponerse>>, recuerda Montecinos, quién detalla los días finales de su carrera.
<<Entrené un día miércoles de forma normal y el jueves llegaron los informes médicos. Ya el viernes estaba finiquitado, tomé mis cosas, me despedí de pocos, me fui y comenzó una nueva vida para mí>>, señala, contando además que se alejó del fútbol hasta 2012, cuando ingresó a estudiar para entrenador. Hoy se desempeña como técnico de la Sub 13 de Huachipato.
Vivir con desfibrador
Eriksen, en los próximos días, será implantado con un desfibrador automático, que es es un pequeño dispositivo a pila que se coloca en el pecho para controlar el ritmo cardíaco y detectar latidos irregulares, algo que, según el Doctor Tapia, no le permitirá seguir jugando o, al menos, es sugerible que no lo haga.
<<Le quita todo el valor al jugador. Los clubes no los contratan debido a los altos costos de los seguro de vida. Además, tampoco tendrá los pases médicos aprobados>>, señala.
Esto bien lo sabe Denis Montecinos, quién fue implantado con esta herramienta y acude a controles cada seis meses. <<Es mi seguro de vida en caso de taquicardias>>, comenta y, pese a que cuesta acostumbrarse al sistema, este no le impide seguir disfrutando de la redonda emoción del fútbol: <<Hay que aprender a vivir con él. Sigo jugando a la pelota, pero con la precaución de no recibir golpes fuertes o pelotazos en el pecho para que el dispositivo no falle>>.
Por último, contó algo que de seguro vivirá el volante danés en los próximos meses: <<Es algo ajeno al cuerpo, entonces es raro, sientes los cables -que se conectan al corazón-, y se te ve elevado el pecho>>, confiesa, y es tajante en decir que <<este aparato me salvó la vida>>.
Fotografía: Agencia EFE