Por Mauricio Luengo Viveros

Deportes Concepción recibió un premio a su esfuerzo, a su hinchada, a su trabajo directivo y a su exitosa gestión tras la desafiliación, con la invitación a ser parte de la Copa Chile 2019. Obviamente, el partido significa el retorno del León de Collao a competencias profesionales y tendrá como rival a Santiago Wanderers, histórico club del fútbol chileno, lo que se traduce en un muy atractivo compromiso, que ya motivó al CDF a volver a transmitir al Conce, y de seguro, motivará a miles de hinchas a asistir al Ester Roa, dando al club una importante recaudación, algo vital para una institución que vive de eso.

Sin embargo, en los últimos días, en vez de vivirse la normal y linda expectación de lo que significa un partido de estas características, la atención se ha desviado lamentablemente en las determinaciones de Estadio Seguro, las que afectan directamente los ingresos de un club amateur, que participa como invitado, en un torneo profesional.

Repasemos. El 13 de marzo Deportes Concepción se reunió con autoridades para tratar el partido. 55 guardias fue lo que solicitó Estadio Seguro, a lo que el club aceptó. Como ejemplo, el club ya disputó partidos de alta convocatoria y con hinchadas rivales presentes con esa cantidad de guardias, en la final del torneo pasado ante Pilmahue.

Tras esa reunión, en la previa del REC, quedó en evidencia la nula coordinación entre la Gobernación de Concepción y Carabineros. En el partido entre Universidad de Concepción y Universidad de Chile, todo el país fue testigo de cómo el plan Estadio Seguro fracasaba una vez más ante hinchadas de la capital.

Con esos antecedentes, Concepción fue citado nuevamente para ser notificado del aumento de guardias de seguridad, de 55 a 150, en un gasto aproximado de 5 millones de pesos, un duro golpe para un club amateur.

Es cierto, la Copa Chile exige mayor seguridad, la Ley de Estadio Seguro implica mayor cantidad de guardias, Santiago Wanderers es una barra con antecedentes, y Concepción actualmente paga las consecuencias de la pirotecnia utilizada ante Pilmahue. Pero acá es donde uno espera una investigación de las autoridades para hacer una segunda lectura de la situación.

¿Sabrán las autoridades que Deportes Concepción es un club amateur INVITADO a este torneo? ¿Sabrán las autoridades el trabajo conjunto de las hinchadas de Deportes Concepción y Wanderers desde hace años? ¿Sabrán las autoridades que ante Pilmahue hubo 20 mil personas y una barra visita sin ocurrir ningún hecho de violencia? ¿Sabrán las autoridades la cantidad de entradas vendidas en Valparaíso como para determinar que la hinchada rival puede ocasionar desmanes? ¿Sabrán las autoridades que el CDF no entrega ningún dividendo al club por transmitir el partido? En estos espectáculos uno espera un mayor compromiso de las autoridades locales con los clubes de la zona, y precisamente, vemos todo lo contrario.

Como ejemplo, la Municipalidad de Concepción, independiente de la cantidad de público que lleva el club en sus partidos como local, cobra un arriendo Clase D para el fútbol amateur. En esta ocasión, si bien se tiene que pagar más, se cobra un arriendo Clase B, con el objetivo de no castigar económicamente al club.

A días del espectáculo se exigen medidas desconociendo los acuerdos de la última reunión ¿Se hubiera tomado la misma determinación de no haber ocurrido los incidentes en el Ester Roa el pasado fin de semana? Lamentablemente, en este caso en particular, justos pagan por pecadores, y así Deportes Concepción verá mermados sus ingresos en un gasto desproporcional en seguridad, de acuerdo al ambiente familiar y tranquilo que ha mostrado en sus partidos como dueño de casa.

Deportes Concepción ha hecho una enorme labor en los últimos tres años para devolver la familia al estadio. Todo Chile ha aplaudido el trabajo del club, las buenas asistencias y la coordinación para llevar a cabo espectáculos de primer nivel con asistencia sobre las 20 mil personas. Niños y adultos mayores ingresarán gratis el domingo. Lamentablemente ese trabajo se ve perjudicado con actos como lo que está pasando actualmente en la previa de este trascendental partido.

En las últimas horas, se modificó el horario y se bajaron los guardias a 120. En cierta medida, las autoridades asumen el error, pero lamentablemente no dan un señal poderosa de compromiso con los clubes locales, y no dan una señal de conocer la realidad de cómo funcionan instituciones como Deportes Concepción, demostrando una vez más que el plan Estadio Seguro, no ha logrado erradicar la violencia, y sus últimas medidas solamente han provocado que justos paguen por pecadores.