Ricardo González Ferrada
Psicólogo, Magister en Psicología de la Actividad Física y el Deporte (Universidad Autónoma de Madrid, 2012); Psicólogo del CD UdeC (2015-2020).
Una selección que al iniciar el preolímpico, no generaba mayor expectativa. Se le criticaba la falta de preparación, una gira a Europa truncada por el estallido social, la falta de disponibilidad de algunos jugadores por parte de algunos equipos, la llegada del caleño Bernardo Redín en abril del 2019, el brazo derecho de Reinaldo Rueda, quien en tomaba la posta dejada por Héctor Robles quien dirigiera al combinado nacional de la Sub 20 hace exactamente un año atrás.
Esta selección, como cuan profecía auto cumplida, no logró clasificar y reeditar ese memorable logro de la selección de Bronce de Sídney 2000, pero nos deja muchas cosas a destacar. En estos 13 días de competencia demostró ser un equipo con mucho pundonor y amor propio, abogando por lograr un triunfo en la agonía del juego contra Venezuela o el no bajar los brazos ante una argentina que sólo nos dominó en el juego y como para no rendirse hasta el minuto 94 contra una Colombia que se pasó zozobras, que sufrió y que no lograba salir del fondo en los últimos 15 minutos finales, que de no haber sido por nuestro karma, que al igual que nuestro seleccionado adulto, adolece de la falta de gol. La caprichosa no quiso entrar y ocasiones tuvieron de sobra, pero el fútbol injusto muchas veces con los rendimientos colectivos, se gana con goles, esos mismos que por diferencia de dos goles permitió el pase del seleccionado cafetalero en desmedro nuestro.
Nos despertamos sin ese sueño olímpico, pero si logramos hacerlo con miras a las próximas clasificatorias a Qatar, nos encontramos con un potencial recambio para nuestra incombustible selección adulta, quienes necesitan sumar minutos en sus clubes, tanto para la mejora de sus rendimientos deportivos como también para desarrollar aún más su sensación de autoeficacia.
Esperamos que sigan adquiriendo experiencia tanto en el campeonato nacional como también, algunos de ellos en la próxima Conmebol Libertadores. Rueda los conoce y muy de cerca, acompaño a Redín en este preolímpico y manifestó que concuerda en que este grupo habría superado las expectativas y que si se les trabaja, prepara y estimula mejor se estará a un paso de contar con una buena camada de jugadores.
Lo que se necesita, así como lo indico el profesor Rueda hace un par de días atrás, es que estos jugadores sean titulares en sus clubes, no que sumen 20 minutos o media hora -como ocurrió con Nicolás Ramírez en Huachipato y podría pasar con la llegada de Benjamín Gazzolo- sino que sean protagonistas, así como lo fueron en estos cuatro partidos, que sin miramientos nos dejaron una sensación de esperanza, de la existencia de materia prima para seguir la misma senda de gloria de nuestra laureada generación dorada. Sólo el tiempo lo dirá.
Fotografía: Cedida
Como pueden avalar un mediocre preolimpico y un cuerpo técnico que no entregó ninguna novedad futbolistica,si no conocen el medio por dentro no opinen,jugaron los que tienen el representante más poderoso,sin importar que llevaban mas de un año sin jugar(Caravalli)y tantos otros hechos que el común de la gente desconoce.Redín(dt)un personaje que jamas a visitado las regiones en busca de nuevos jugadores y convoca a los del representante que les soba el lomo en Santiago.
Leonardo. Entiendo tu enfado, porque en el fútbol muchas veces ocurre lo que planteas, pero en mi caso, que si me encuentro por 6 años incerto en el medio, trabajando hace 3 años en el fútbol joven, enfoque la columna desde lo propositivo, ya que a pesar del resultado y todo lo que comentas, hubo cosas a destacar. Imagínate, en mi caso, si tuviese una tendencia centrada en lo negativo que le digo a los muchachos de mi club que el año pasado se les suspende el campeonato por el estallido social y ahora por la pandemia?. Los instó a sacar lo mejor de ellos, que en tiempos de crisis busquen los aprendizajes y se hagan más fuertes mentalmente, porque para superar la adversidad, se necesita de esa mente fría y ese corazón caliente, así como en el deporte y así también como en la vida