Los aurinegros ganaban 2-1 hasta el minuto 89 y también tenían las ocasiones más claras. Sin embargo, en dos pelotas paradas, se perdió todo. Si Melipilla empata mañana, los penquistas descienden.
Tenía que ser una fiesta, con tanto público Vialino como naranja. Y los primeros minutos apuntaban a eso, con un Inmortal que salió a la cancha a golpear fulminantemente cuanto antes.
Tanto así que al minuto 4, Gustavo Gotti abría la cuenta con un gran derechazo desde el borde del área. Y de forma meritoria, por lo demás. Los dirigidos por Claudio Rojas buscaban frenéticamente otro gol que les permitiese manejar el partido con más calma, mientras Cobreloa no se encontraba en cancha.
Hasta el final del primer tiempo, Vial tuvo dos claras para irse mínimo con un 2-0. Primero un cabezazo de Carrasco bien contenido por Cano. Luego, un zapatazo de Ávila que dio en el palo. De milagro, los loínos no caían por más, jugando sin profundidad ante un aurinegro que no temía mostrar los dientes.
El segundo tiempo, los Zorros de veían mejor, asustando un poco más a Merino. Tanto así que al minuto 57, en una poesía cruel del destino, Carlos Sepúlveda, que tantas alegrías dio con la camiseta del Almirante, clavaba una daga al corazón penquista, empatando el partido. Cobreloa se metía, con más corazón que fútbol y Vial lo salía a buscar.
Algo que pudo dar réditos, pues Harol Salgado pudo empujar la pelota al fondo de la red al minuto 67. 2-1 ganaba Vial y registraba dos llegadas claras ante un Cobreloa al que se le acababa el combate. Los Zorros estaban al borde del nocaut, y Vial rozando el milagro.
Sin embargo, este deporte es tan cruel como hermoso. Cobreloa solo iba a poder meterse nuevamente en el duelo con un balón parado. Bien lo supo Cerato, que clavó un tiro libre en el ángulo al minuto 89. Dos minutos más tarde, la tragedia. Bastián San Juan empujó un balón suelto en un córner al minuto 92, sentenciando la desazón aurinegra.
Es el deporte más hermoso del mundo y partidos como este lo recalcan. No podrán sacarle esa idea de la cabeza al hincha loino por mucho tiempo. Pero esto también implica una vereda triste, y hoy le toca a Fernández Vial caminar por ella.
Vial coquetea con la muerte y Cobreloa grita vida. Los zorros pelean el torneo hasta la última jugada del campeonato, mientras que los aurinegros se hunden incesantemente. En caso de que empate Melipilla mañana, Fernández Vial volverá a Segunda División.