El día de ayer, se disputó en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, el partido pendiente por la octava fecha del torneo nacional entre el local Coquimbo Unido y el equipo liderado por el entrenador Gustavo Florentín, Huachipato.
El equipo “acerero” entró a la cancha con el sistema que venía mostrando las fechas antes del receso. Un 1-4-2-3-1 con Gabriel Castellón como arquero; una línea de cuatro con Nicolas Ramírez e Ignacio Tapia como centrales, Juan Córdova y Cristian Cuevas como laterales; el capitán Claudio Sepúlveda con Israel Poblete como volantes centralizados; delante de ellos César Valenzuela como volante ofensivo; finalizando con una línea de tres hombres con características de ataque; Joffre Escobar por derecha, Cris Martínez por izquierda y Juan Sánchez Sotelo como centro delantero.
FASE DEFENSIVA:
En los primeros minutos se vio a Huachipato con una actitud de querer recuperar el balón lo más cercano posible al área rival. Un 4-2-4 en defensa, con la intención de no dejar a Coquimbo hacer juego por las bandas y tener suficientes hombres para cortar un posible pase por el medio. Esto también posibilita tener hombres para marcar a los receptores rivales más cercanos en el medio, lo que obligó al equipo de German Corengia, en ciertos momentos del partido, a jugar directo con Pinilla o a uno de sus extremos. Cuando el equipo “aurinegro” lograba superar estas primeras líneas y llegar profundo por las bandas, Huachipato tenía una buena cantidad de hombres en área para contrarrestar los centros dirigidos al centro delantero o segundo palo.
FASE OFENSIVA:
Una de las grandes características que tiene Huachipato es la buena calidad técnica de los volantes y laterales, estos le pueden dar una seguridad al juego colectivo para la progresión en la cancha. Importante es llegar a estas posiciones con jugadores con buena disposición y técnica para jugar a un toque.
Las formas de ataque fueron diversas. Se pudo observar una gran cantidad de movimientos por parte de los cuatro jugadores de ataque y la importancia de los laterales para el ida y vuelta:
Partamos por los laterales. Florentín le sacó provecho a la gran capacidad técnica e inteligencia de juego que tiene Cristian Cuevas. A este, le intentó encontrar opciones de avance por medio de triangulaciones y liberación de espacios. Vemos en la siguiente imagen como Cris Martínez se cierra junto a Sotelo para intentar arrastrar al lateral rival (John Salas) y generarle el espacio libre para ser atacado por Cuevas.
Juan Córdova también tuvo una labor importante en ofensiva, su velocidad le permitió poder ser un factor sorpresa para ganarle la espalda al lateral izquierdo “pirata” (Nicolas Berardo). Córdova aprovechó cada oportunidad que se le presentó para poder atacar espacios libres a espalda de Berardo, siendo bien asistido por sus compañeros.
Los movimientos de los cuatro hombres en delantera generaron mucha distracción en la última línea de Coquimbo, esto provocó que se generaran los espacios libres que recién mencionábamos. César Valenzuela fue el jugador encargado de encontrar estos espacios para ser explotados, se le vio por derecha y por izquierda con mucho espacio para recibir y encarar. En el primer tiempo, el numero 8 provocó varias llegadas de peligro por este medio, pero que no fueron bien finalizadas.
Muy pocas fueron las desatenciones que tuvieron los defensores de Huachipato durante el partido. Una de estas provocó el 1-0 para el local, marcado por Joe Abrigo. Luego de esto, el equipo “acerero” no cayó y mostró más seguridad en su juego. Así se vio reflejado en las dos jugadas que generaron los goles. Dos jugadas calcadas en su objetivo, buscar atacar la espalda del marcador lateral.
Fotografía gentileza Lautaro Carmona, Diario El Día