Por Iván Jorquera Zavala
Pueblo auricielo. A pocas horas de emprender viaje a Mendoza, escribo estas breves líneas a título muy personal. Sólo espero que por el bien del fútbol (ese que nos mostraron nuestros viejos cuando nos llevaban a la cancha siendo unos infantes) alguien más esté sintiendo lo mismo que yo ahora, quizás leyendo esta Columna.
Difícil es explicar (y que algun@s entiendan) la emoción que se siente viajar a ver al equipo de tus amores fuera de casa, y más aún, salir de Chile, con destino muchas veces desconocido… y más aún! Jugándose una clasificación histórica en un certamen internacional… Incertidumbre, ansias, nervios, pero por sobre todo, mucha ilusión. Esa ilusión ciega que muchas veces los hinchas sentimos, pese a que la adversidad sea evidente, el favoritismo no esté con nosotros o que al equipo no lo hayan acompañado mucho los resultados.
Qué hay que llevar de ropa? cuánta plata? pesos argentinos o dólares? cocaví? Son muchas preguntas prácticas las que nos colman la cabeza, pero estoy seguro que el bien más atesorado para todos los que vamos a embarcarnos en esta nueva aventura es la camiseta de la UdeConce, sin lugar a dudas. Interrogantes más que válidas las anteriormente mencionadas, pero metámonos a la cancha, a la pelotita, porque al fin y al cabo ahí es dónde nos vamos a jugar el paso a octavos de final de la Copa Libertadores de América por primera vez en nuestros casi 25 años de Historia.
Pese a mostrar pasajes de muy buen fútbol, en especial los primeros 45’ ante Olimpia en Collao, los segundos 45’ ante el mismo “rey de copas” en Asunción o el segundo tiempo de local ante Sporting Cristal, este equipo ha mostrado una fragilidad evidente en defensa; les han convertido demasiados goles a los cabros (y uno muy repetido: el famoso centro al segundo palo), lo cual es raro en el entendido que Francisco Bozán (en teoría) trabaja muy bien el aspecto defensivo. Los motivos? Me parece que nos falta un segundo central de categoría que acompañe a Gustavo Mencia, ese sitial que el año pasado ocupaba perfectamente Sergio Vittor. Es por eso que son buenas noticias la irrupción de Claudio Navarrete, por ejemplo.
En el otro extremo de la cancha, el equipo ha funcionado relativamente bien, con un Pato Rubio que siempre genera peligro y un Nicolás Orellana pasando por un altísimo nivel, bien flanqueados por Hugo Droguett y Josepmir Ballón desde el mediocampo. Fernando Cordero y Nicolás Maturana, quienes han turnado en el tridente de ataque, también han aportado experiencia, regates y velocidad, cada uno en lo suyo.
Godoy Cruz no es más que esta UdeConce, de jugar a jugar. Quien sabe qué hubiese ocurrido en el partido de local si Guillermo Pacheco no hubiese sido expulsado. Creo que otro gallo habría cantado y el resultado sería otro. Pero para fútbol-ficción no estoy. La UdeConce tiene que hacerse fuerte en Mendoza, pero principalmente de la cabeza; no perder la concentración en ningún momento, hacer un partido perfecto, creerse el cuento de visita así como lo hacen de local! Están a 90 minutos de hacer Historia. Y futbolísticamente es posible…
Mientras tanto, sigo preparando mi mochila para el viaje. Un poco de ropa, un poco de comida, un poco de plata… pero MUCHA ILUSIÓN! Y por supuesto, lo más importante, mi camiseta de la UdeConce.
Gana Sin Orgullo, Pierde Sin Rencor. Universitarios arriba, ARRIBA DE PIE!
(por @HinchaAuricielo en Twitter e Instagram)
Fotografía: Bárbara Muñoz/La Pelota es Mía