Por Iván Jorquera Zavala/@hinchaauricielo
Pueblo Auricielo. Transcurridas 2 fechas del Campeonato «A. F. Piñera Vital 2019», en las que ni siquiera hemos anotado un gol, hay algunos aspectos que me gustaría destacar para la columna de esta semana. Podríamos destacar algunas cosillas del empate ante Everton en Collao y la derrota ante Colo Colo en Santiago; destacar para bien y para mal, pero como los resultados no han sido buenos, cuesta no centrarse en lo malo.
¿Lo positivo? En general, y reconocido por todo el medio, es un equipo que juega bien. Triangula y tiene buen trato de balón; pretende llegar al arco contrario con una buena construcción de juego, sin abusar del pelotazo pero quizás muy dependiente del juego por las bandas, lo cual lo hace algo predecible. Un equipo que se ve relativamente sólido en defensa, con buenos centrales y un portero que da tranquilidad. ¿Lo malo? Una enfermedad conocida y casi generacional: la falta de gol.
Y ahí radica el principal problema en este inicio de temporada 2019, porque no se ha inventado otra forma de ganar los partidos de fútbol que con goles, aunque algunos «hinchas de su hinchada» se auto convenzan que se ganan puntos llevando más gente al estadio (sigan participando, jejeje).
Me cuesta no creer que el Pato Rubio, un «pepero» calado en el medio chileno, no se vaya a destapar en algún minuto; que Hugo Droguett no vuelva a ser ese jugador «fundamental» del equipo, que Francisco Bozán no encuentre la forma de incluir en el 11 inicial a Fernando Manríquez, para generar más juego y contar con su exquisita pegada; que Nicolás Orellana termine ese estado de «hibernación» en la que parece haber entrado desde el segundo semestre del 2018 y que alguna vez, POR FAVOR, Guido Vadalá pueda terminar una (UNA sola) jugada bien y le haga honor a ese sobrenombre de piedra preciosa que alguna vez ostentó.
Se viene el debut en la Copa Libertadores, palabras mayores, donde nos vamos a enfrentar a otro tipo de rivales, con un ritmo diferente, otro nivel de jugadores y exigencia, donde cometer un pequeño error te puede costar carísimo.
Jugar bonito no basta, hay que meterla adentro y hacerse fuertes de local. Necesitamos variantes que te puedan cambiar el trámite de un partido, que jueguen los mejores y no «los convenientes» por razones de dudosa procedencia, necesitamos gol. El inicio del año pasado fue quizás más complicado, pero todo terminó muy bien; por eso confiamos en que esto se pueda revertir. Estamos recién empezando y un torneo largo en el plano local, una fase completa de grupos en la Libertadores, puede favorecer el buen trabajo de planificación que ya sabemos puede desarrollar este cuerpo técnico.
A nosotros sólo nos resta apoyar y asistir al estadio en masa a presenciar fútbol sudamericano de primer nivel, un privilegio que prácticamente estos mismos jugadores se ganaron en cancha y nos regalaron a nosotros los hinchas. El nivel de exigencia nos hará bien, lo sé (si no, veamos lo que está ocurriendo con los «baisanos»). Sigamos metidos y rogando para que se agranden las porterías contrarias y llegue pronto la realeza del deporte rey, su majestad el gol.
Universitarios arriba, ARRIBA DE PIE!
Fotografía: Felipe Venegas/La Pelota es Mía