Por Eliot Brito Briones, psicólogo y coaching deportivo
Este domingo se disputará la última fecha del Campeonato Nacional, el cual podría terminar con una Universidad Católica campeón, o con un partido de definición entre los cruzados y su par, la Universidad de Concepción, quien deberá ganar su partido y esperar que la ‘UC’ pierda el suyo para optar a una decisiva final. Por otro lado, Deportes Concepción también vive horas claves en lo que puede ser el lograr el ascenso a Tercera A en su casa, ante Ferroviarios, tras siete meses de competencia.
En este marco las entrevistas, y declaraciones ante los medios de comunicación se ven más centradas en el aspecto psicológico que en lo futbolístico, ya que lo primero es lo fundamental considerando que todo depende de los 90 minutos finales.
Es por eso que, en lo deportivo, la atención-concentración del jugador parece tener un papel fundamental en la competición, condicionando de manera directa aspectos tan relevantes como la precisión al momento de dar un pase, así como también la velocidad de ejecución motora. Por lo tanto, en el fútbol, desde la psicología podemos hablar de una habilidad igualmente entrenable, cuya carencia (falta de atención) puede propiciar errores en la ejecución de las tareas otorgadas por el entrenador en relación al planteamiento táctico que esta entrega para enfrentar el partido del día domingo. Con respecto a esto último, si existe la falta de atención hacia el ejercicio designado, se comienza a suscitar durante el encuentro otra variable psicológica, como lo es la ansiedad, que está muy presente en el deporte y más aún en instancias definitorias como esta.
La ansiedad puede manifestarse de varias maneras y por medio de una variedad de síntomas. Para su adecuado manejo, es clave conocer cómo cada deportista expresa su ansiedad.
Las tres manifestaciones mencionadas son: cognitiva, fisiológica y motora.
Las manifestaciones cognitivas de la ansiedad apuntan a aquellos síntomas relacionados con la percepción, el pensamiento y la atención.
Las manifestaciones fisiológicas de la ansiedad están relacionadas con aquellas señales corporales como el deseo de orinar antes o durante una competencia, dolores estomacales, dolores de cabeza, aumento de la frecuencia cardíaca, dificultad para dormir etc., lo que indirectamente también afectan el rendimiento deportivo.
Finalmente los síntomas motores de la ansiedad tienen que ver con la pérdida de la coordinación fina, disminución de la fluidez del movimiento, rigidez muscular, entre otros.
Es por esto que se sugiere que, durante el partido, el futbolista mantenga una mayor implicancia en el desarrollo del juego, siendo la estrategia más adecuada, el centrarse en la tarea y en el presente: manteniendo un auto diálogo positivo y comunicación con sus compañeros y cuerpo técnico; es decir, los futbolistas para poder enfrentarse a dicho problema deben permanecer atentos, concentrados, con relación a si mismo. Cuando se habla de concentración se alude, por tanto, a la habilidad para dirigir y mantener la atención.
En una fase final los nervios suelen pasarles la cuenta a los jugadores que, frente a toda la expectativa, llegan a sentir desde pesadez física, hasta mental. Universidad de Concepción y su par, Deportes Concepción se jugarán la vida este domingo, y es labor de todos contenerles la ansiedad a los 22 que saldrán a la cancha a defender distintos colores y objetivos, ya que quitarles la presión va con el apoyo desde la galería, hasta la marquesina, que pueden ayudarle o no, a los que, a costa de esfuerzo y sacrificio, disputarán una de las fechas más importantes de sus jóvenes vidas.
Fotografías: Archivo La Pelota es Mía