En una jornada de emociones y muchos goles en todas las canchas, los dirigidos por German Cavalieri igualaron 1-1 y de esta forma aseguraron una temporada más en la segunda categoría del fútbol criollo. El tramite del partido fue deslucido, pese al apoyo de los hinchas que llegaron en masa al Nelson Oyarzún Arenas de Chillán.
Hasta la última fecha, Ñublense debió sufrir para asegurar su cupo en la Primera B. En una fecha que se jugó casi en su totalidad en simultáneo, los Diablos Rojos igualaron ante Copiapó 1-1, y eso sumado al empate de San Marcos ante Wanderers, les aseguró la permanencia por un año más en la categoría.
Una debil y tormentosa campaña llevó a los dirigidos de German Cavalieri a estar hasta el último minuto en peligro su permanencia. La apertura de la cuenta cayó a los 15 minutos con un potente remate de cabeza de Sebastián Varas, tras un remate de Michael Silva.
Tras el gol, el partido fue dominado por los diablos rojos y se generaron algunas ocasiones. Sin embargo un remate desde el lanzamiento penal a los 74 minutos, ejecutado por Mario Ramírez, sentenció la paridad entre ambos elencos.
Los minutos finales fueron de tensión, ya que los hinchas cuestionaron el nivel de juego en la parte final, criticando incluso a la salida con gritos a los jugadores chillanejos.
Entre pífias y un cierre de temporada mirando el reloj, Ñublense de Chillán aseguró una temporada más en Primera B, cerrando su participación con 33 puntos, a raíz de ocho victorias, nueve empates y trece derrotas, con 27 goles a favor y 35 en contra.
Fotografía: Gentileza Ñublense de Chillán