La emoción se apoderó del equipo árabe cuyo país tuvo día feriado tras vencer a lo albicelestes, pero no solo eso, habrá un regalo especial para los seleccionados tras el heroico partido.
Aún continúan los coletazos de la primera gran sorpresa de Qatar 2022, la victoria de Arabia Saudita ante Argentina del martes pasado, un triunfo que no solo les regaló un día libre a los hijos del desierto, sino que también un millonario regalo para los gestores de tamaño triunfo, una historia parecida a la que vivieron los seleccionados chilenos en el 62.
Durante las últimas horas se supo que el príncipe Mohammed bin Salman Al Saud, les entregará un Roll Royce Phantom cotizado en medio millón de dolares, a cada miembro del plantel que participaron del duelo jugado el martes pasado. Un regalo que para el entrenador, Herve Renard es un exceso. “No hay nada de cierto en esto. Tenemos una federación y un ministerio del deporte muy serio. No es hora de conseguir algo en este momento. Solo llevamos un partido y quedan dos partidos muy importantes», dijo el francés.
EL MERCEDES DE CHILE 62
Corría aquella cita mundialista realizada en nuestro país, la Roja había vencido 2-1 a Unión Soviética en Arica, el vuelo de regreso fue todo felicidad, promesas y un increíble intercambio.
Durante el vuelo, el senador DC José Foncea invitó al capitán del seleccionado nacional, Sergio Navarro a una reunión en un sector privado del avión. La idea era regalar a cada jugador un lujoso auto Mercedes Benz. Pero, los jugadores tras hablar el tema cambiaron el regalo por un departamento.
LA VILLA OLÍMPICA
Según publicó en 2012, el medio La Tercera en septiembre de ese año se formalizó en el Diario Oficial el regalo para el técnico Fernando Riera, su asistente y todo el plantel. Sin embargo, algunos vivieron allí unos pocos años y otros como Eladio Rojas, Armando Tobar y Raúl Sánchez, lo cambiaron por uno en Viña del Mar.
En el caso de Humberto «Chita» Cruz, contó al citado medio que vivió más de 10 años en el lugar. «Echo de menos vivir ahí. Yo me iba caminando de mi departamento al estadio y los vecinos me saludaban cuando me veían pasar. Era una vida de barrio agradable, pero me devolví a la calle República de Israel. Hasta hoy se lo arriendo a un jubilado en 170 mil pesos», contó en 2012. También está el caso del fallecido Carlos Campos quién nunca vivió ahí y lo arrendó para tener un sueldo más. Cabe destacar que una de las ideas originales de los departamentos era recibir a las delegaciones y turistas que llegarían al evento -tomando en cuenta la cercanía del lugar con el Estadio Nacional- cosa que no ocurrió ya que al inicio de la Copa del Mundo, los edificios aún estaban a medio construir.