El cuadro aurinegro se presentaba sin jugarse nada más que la honra deportiva ante un microbusero que debía ganar para seguir en la pelea por ser campeón. En un entretenido empate sin goles, los de Claudio Rojas le aguaron toda posible fiesta a la visita. Gustavo Merino vio su redención, tapándole un penal en la última jugada al Chago.
El Almirante se consagró de Inmortal, al menos este año, en el Ascenso del fútbol chileno. Hasta hace unas fechas tenía una opción latente de meterse en la liguilla, cosa que definitivamente no se logró. Lo fundamental es que un equipo que se armó para jugar en Segunda pudo mantener la categoría con fechas para regalar, cumpliendo y con creces el objetivo de este ajetreado año.
Por lo mismo, Fernández Vial se presentó ante Santiago Morning con todas las intenciones de mantener intacta la honra deportiva y, de paso, anular totalmente las posibilidades de campeonar del Morning. Cosa que sí se logró.
Es que el Inmortal y los bohemios salieron a animar un buen partido en el Ester Roa Rebolledo. Interesantemente, la visita, considerando lo que se jugaba, no salió al ataque desde el arranque. Vial, por su parte, contuvo de buena manera los pocos lances del “Chago”. El local sí atacó, más no logró batir la valla contraria.
Sin embargo, en la que literalmente fue la última jugada del partido, Gustavo Merino le tapó un penal a Aravena. El gol significaba que Santiago Morning llegaría a la última fecha con posibilidades concretas de ser campeón. Sin embargo, El «Pescado» estuvo extraordinario y envió afuera el remate y concretó su redención, tras los errores que lo llevaron a perderse una buena cantidad de partidos.
Final extraordinario en el Estadio Ester Roa Rebolledo, que en apenas cinco días más, recibirá a Coquimbo Unido, cuadro que, de ganar, sí será campeón. Sin embargo, en Fernández Vial tienen planeado aguarle la fiesta, al igual que lo hicieron con Santiago Morning.
Fotografía: Bárbara Muñoz / La Pelota es Mía