Rangers derrotó por la mínima al Campanil, que no logra levantar cabeza y quedó décimo. Los estudiantiles están obligados a cambiar de enfoque y concentrarse más en escapar del fondo que en pelear arriba, mientras los hinchas piden la salida de un Hugo Balladares que está más cuestionado que nunca.
No hay caso con la Universidad de Concepción. Cuando comenzó la temporada, parecía que Hugo Balladares y los suyos iban a pasar rápidamente el duro golpe que significa bajar de categoría, más aún cuando se trató de un partido tan mediático como la final por la permanencia con Colo-Colo.
Y todo apuntaba a que así iba a ser el resto del año. El Campanil era un equipo sumamente contundente y en cuyos partidos marcaba notoria diferencia con sus rivales por un muy buen manejo de balón. Sin embargo, el destino quiso que fueran de más a menos, ubicándose actualmente en la décima ubicación de la tabla con 23 unidades, a apenas 7 del fondo absoluto y a 9 del líder, Coquimbo Unido.
Por lo mismo, cada partido es una final para la UdeC. El equipo estudiantil debe remontar en una tabla que ha sido difícil de superar. Por lo mismo, el duelo con Rangers era uno de 6 puntos, indispensable de ganar para ambos elencos. El triunfo fue para los locales, que se hicieron fuertes en Talca para derrotar por la mínima a los estudiantiles. La visita, como en tantos otros duelos, jamás encontró las herramientas necesarias para batir el pórtico piducano.
Vientos de cambio
Volver con las manos vacías desde la Región del Maule fue un duro golpe para el Campanil. Hace varias fechas que la hinchada de la UdeC ha vociferado su desdicha con la gestión del primer equipo, pidiendo la partida de Hugo Balladares. Lamentablemente, este partido, así como los resultados recientes, logran cualquier cosa menos calmarle las aguas a un DT que había comenzado con trote firme, pero que cuando comenzó a tropezar, no logró afirmar el ritmo nuevamente.
Por lo mismo, en la vereda de la Universidad de Concepción están obligados a enfocar el actual momento de otra forma. Pensando en el plantel que tiene la UdeC y en individualidades como Mauro González, Martín Cortés, Lionel Altamirano y Luis Riveros, talento no falta. Balladares solo necesita encajar las piezas de la manera apropiada, algo que al principio del campeonato del Ascenso, parecía que había logrado.
La UdeC recibirá a Coquimbo Unido en su próximo desafío. Será el jueves 16 de septiembre y Balladares está obligado a ganar para empezar a callar las bocas que piden un cambio de timón. ¿Puede remontar él la mala situación? Mostrando el nivel con el que comenzó el Campanil, completamente.
Foto: Comunicaciones CD UdeC