Con un golazo de Cerezo y otro de Mateos, los diablos rojos ganaban sin problemas hasta el minuto 80, cuando Católica despertó con el descuento de Asta-Buruaga. 7 minutos más tarde llegó el empate que confirmó la farra de los chillanejos. Dos puntos perdidos ante un rival que mostró poco y nada de fútbol.
Los diablos rojos son uno de los equipos más complicados del campeonato, más allá de la posición en la tabla que tienen actualmente. Al frente tenían a la Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo. Los chillanejos llegaron con buen fútbol y buena profundidad, pero con una mentalidad más resguardada para no regalarle el contraataque a los cruzados.
Ñublense se hacía un puñado de llegadas mientras Zampedri erró la única que se generó Católica en todo el partido. Al minuto 42, eso sí, Bernardo Cerezo agarró de zurda un centro que cruzó el área local y batió desde el borde al Zanahoria Pérez con un golazo al segundo palo. Los diablos rojos se irían al entretiempo con la ventaja por la mínima.
El complemento se vivió un poco más de lo mismo, con una Católica buscando dañar al pelotazo y fracasando. Ñublense, por su parte, ordenado en bloques contenía sin problemas al local, eligiendo bien sus arremetidas. Y a los 67 hubo premio nuevamente. El Zanahoria Pérez cometió un error increíble en área chica y le dejó a merced el balón a Mateos, que sin problema alguno batió nuevamente la malla cruzada. 2-0 y parecía, dado que el local no jugaba a nada y que Ñublense lo tenía contenido, que los tres puntos se iban a Chillán.
Cosa que no pasó. Ñublense pecó de exceso de relajo y al minuto 80, tras una serie de rebotes, Tomás Asta-Buruaga batió el arco de Pérez. 7 minutos más tarde, en una jugada muy parecida, Valencia agarró un balón suelto en el área chica y sentenció el 2-0. Fueron las únicas llegadas concretas de peligro que la UC se generó en todo el partido.
Dos puntos perdidos, completamente, para Ñublense, que en varios pasajes del partido sometió a una Universidad Católica que solo se acordó de jugar en 10 minutos del partido, justamente los cuales en los que logró un empate que parecía imposible en un minuto.
Los diablos rojos quedaron octavos, esperando lo que pase con varios resultados. Sin embargo, también tendrán su posibilidad de botar la rabia ante Melipilla este sábado, en el Nelson Oyarzún de Chillán.
Foto: Twitter Cruzados