Por: Emerson Eduardo Mora Lefort.
En la previa del partido del domingo 27 de mayo se avizoraba una jornada de inflexión futbolística, se preconizaba que nuestro querido Fernández Vial se enfrentaba a una difícil situación, otra vez: o despegaba desde las postrimerías de la tabla dando inicio a resultados aceptables y esperanzadores para optar al ascenso, o decaíamos al pozo de la mala racha, de la falta de confianza, de la ansiedad, en caída libre, una vez más, a dar la pelea por no descender al fútbol amateur. Pero al frente se tenía a un equipo que estaba en peor situación, no tenía puntos, estaba obligado a ganar. Se enfrentaban dos equipos de la mitad de la tabla hacia abajo.
El conjunto aurinegro se presentó con el capitán Miguel Jiménez cuidando el arco, Cegy Duran, Milton Poblete, Matías Améstica, Leandro Díaz, Joaquín Muñoz, Hugo Díaz, Jorge Lagues, Giovanni Asken, José Cuevas, Wladimir Cid y Claudio Retamal. Este equipo que alineó el argentino Molins, tuvo importantes bajas como Bustamante por lesión y Castillo por expulsión; el plantel mejoró pero no convenció. En el primer tiempo el equipo vialino mostró un buen juego, pero el transito del balón se hizo lento, buscando la posesión del balón por sobre la profundidad en el ataque. Esto no cambió con la expulsión de Andrés Merino en el equipo de Angol de los Confines en el minuto 31. Con un jugador más y el gol de cabeza de Hugo Díaz en el minuto 45 hizo imaginar a los más optimistas que el segundo tiempo era para el Inmortal.
Pero no fue así. Fue más complicado porque no se tuvo tranquilidad y tampoco claridad, se desordenó el juego y mientras tanto Joaquín Muñoz perdía su potencial de ataque jugando de lateral derecho. Y todo empeoró cuando Milton Poblete en el minuto 52 comete una mano y el único jugador de Malleco que destacó, con más empeño personal que un juego colectivo, hizo el gol del empate de tiro penal, al minuto 53 Ignacio Pinilla nos recordó que para ser hincha de Fernández Vial hay que sufrir y que cuando se gana se disfruta más.
Y comenzó la mala costumbre de demorar; los jugadores del rojo comenzaron a tirarse al pasto, a retrasar los lanzamientos laterales y especialmente el arquero José Acevedo. Los del “Almirante” comenzaron a desesperar, abusando del centro y jugando con más fuerza que ideas. La impaciencia pesimista comenzaba a aparecer, cuando el profe Molins hizo cambios, apuntando correctamente en el ingreso de Vildan Alfaro por José Cuevas en los 63 minutos, a los 70 sale Giovanni Asken ingresa Alex Díaz y a los 84 se va Leandro Díaz, entrando Juan Cáceres. A esas alturas Joaquín Muñoz estaba en tres cuarto de cancha buscando el triunfo, por derecha y por el centro, buscando espacios, lanzando centros y no dando pelota por perdida, hasta que recibe un pase mal dado y se esforzó al máximo para que no saliera y la pelota rodó lentamente por la línea hasta que la recuperó, ese empuje del jugador de la fecha de la Segunda División 2018 ayudó a que ese centro desde la derecha al segundo palo quedara en posesión vialina y llegara el balón al pie izquierdo de Vildan Alfaro y con el pie derecho, más la fe de 1500 siquiátricos por el Vial y la metiera adentro al minuto 96, desatando la locura en todo el lado de Tegualda. Ganamos 2-1.
La inflexión también se vivió en lo institucional el jueves 31 de Mayo, cuando nos reunimos a votar por el nuevo Directorio de la Corporación Fernández Vial por segunda vez, ya que en la primera asamblea en el salón de honor de la Municipalidad de Concepción no se logró el quórum, pero en el subterráneo del mismo edificio edilicio, donde había una exposición de afiches de la gloriosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, se consiguió elegir un Directorio con el ingreso de dos vialinos históricos: Nelson Lucero y Piero Mosciatti, además se ratificó a Fernando Rojas y se integró Cristian Navarrete, ambos trabajaron arduamente estos últimos años por el ascenso al profesionalismo, lo que les da meritos de sobra para ser directores.
Uno de los antecedentes de la crisis institucional del futbol chileno radica en que las corporaciones deportivas se debilitaron o desaparecieron siendo remplazadas por sociedades anónimas dirigidas por empresarios inescrupulosos, he ahí la importancia de fortalecer nuestra corporación y que se transforme en un ente fiscalizador de la sociedad anónima, cuya labor fiscalizadora la deben cumplir los cuatros directores que, a su vez, serán participes de reuniones periódicas de la sociedad anónima.
El sábado 2 de Junio el proceso de inflexión continuaba jugando de visita en el valle central contra Santa Cruz. El primer tiempo fue positivo para el “Almirante” cuando Vildan Alfaro sintetizó el buen juego al minuto 37 del primer tiempo, pero Luca Pontigo al minuto 74 anotó el empate y de esta manera el ex Iberia nos dejó otra vez con riesgo de infarto. El árbitro Gustavo Ahumada se volvió protagonista cuando sacó su carta bajo la manga durante todo el segundo tiempo, tres tarjetas amarillas, para W. Cid, C. Retamal y L. Díaz; y una tarjeta roja en el desenlace del partido contra Miguel Jiménez.
El portero aurinegro en el minuto 80 de forma desproporcionada comete una falta dentro del área, es expulsado por primera vez en su extensa carrera, generando una especulación más grande que la de las empresas de Piñera y Heller juntas. Muchos nos preguntamos ¿por qué cresta hizo eso?, ¿no quiere jugar contra Iberia el próximo partido?, ¿era necesario cometer ese penal?; de lo que si quedo certeza: el eterno retorno al sufrimiento al final de cada partido. Y perdimos 2-1.
El plantel y Directorio agarraron una comba ascendente para nuestro club esta semana recién pasada, independiente del resultado en Santa Cruz y quien sea el Presidente de la Corporación. En este mes de aniversario hay dos partidos importantísimos donde se debe ratificar la inflexión de la curva; un partido con la historia, el miércoles 13: jugando con Peñarol de Uruguay; y uno con el futuro, el domingo 10 a las 15:30 horas en el nuevo Collao: contra Iberia de Carlos Heller.