Los Diablos Rojos fueron de menos a más y derrotaron por 3-1 a los nortinos. Hubo controversia eso sí: el juez central se comió un penalazo a Pol en la misma jugada que terminó en el gol de Valenzuela.
Fue un partido sumamente trabajado, pero lograron sacarlo adelante. Y de manera meritoria, además. La Longaniza Mecánica mostró su mejor fútbol en lo que va del torneo y derrotó, con mucho esfuerzo, a Cobresal por 3-1, en el Estadio Nelson Oyarzún de Chillán.
Los dirigidos de Jaime García tuvieron que remar desde atrás. Antes de los 10 minutos, ya lo ganaba Cobresal, en una de las apenas 3 llegadas que tuvieron en el partido. Afortunadamente, la figura del partido, Nicolás Guerra, empató de penal al final del suplemento.
El segundo tiempo, Ñublense salió con la obligación de ser protagonista y remontar en el duelo, ante un Cobresal que esperó sus pocas opciones de hacer peligro. Requena, portero visitante, fue figura, tapándole todo a los Diablos Rojos, que veían con frustración como no podían ponerse adelante en el marcador, algo que merecían.
La polémica llegó justo antes del gol de Valenzuela. Al minuto 84, Marco Sebastián Pol cayó en el área en lo que era un penalazo. El árbitro, sin embargo, no lo cobró ni tampoco lo llamaron del VAR, pese a la desdicha de los de Gustavo Huerta. En la jugada siguiente, Luis Larry Valenzuela (que entró en el segundo tiempo y jugó un partidazo) anotó tras una genial asistencia de Nicolás Guerra. Al minuto 94, “Maxi” Quinteros finiquitó en mano a mano ante Requena para ponerle la lápida a Cobresal en lo que fue un partidazo.
3 puntos completamente merecidos para Ñublense. No solamente por lo hecho hoy, sino también por lo mostrado en los otros partidos, donde solo por problemas en el finiquito no fueron capaces de quedarse con los triunfos ante Universidad Católica y Melipilla.
Lo cierto es que Ñublense tendrá una nueva oportunidad para consolidarse como un juego que, cuando ataca, logra el premio. Este viernes visitará a Huachipato, en el Estadio CAP.
(Foto: Agencia Uno)