Este torneo marcará un antes y un después en la camisetas, ya que tras largos años, se volverá a permitir algo un tanto especial.
Esto se debe a un cambio en el articulo 36, que desde hoy indica que “para la identificación personal de los jugadores se deberá estampar el apellido paterno o el apodo del jugador en la parte superior de la espalda de la camiseta no debiendo este exceder los 7 cm de altura”.
Pero no es llegar y estampar el apodo, ya que el mismo articulo señala que en caso de seleccionar un apodo, este debe ser enviado a un correo corporativo de ANFP y ser aceptado por el ente rector. Esto, con el fin de evitar sobrenombres controvertidos.
Sobre este tema ¿recuerdan a los Matías Campos de Audax Italiano? Bueno, la ANFP también se puso las pilas en este ítem y el reglamento señala que «en el caso de existir jugadores con el mismo apellido en un club, se deberá agregar, para distinguirlos, la inicial del nombre o del segundo apellido, en ese orden de relación».
Con esta modificación, en su momento claramente Luis Zambrano pudo haber usado «Carampangue» y Osvaldo Castro el «Pata Bendita» o Juan Carreño se identificaría como «Candonga».
Otro ejemplo es Bruno Barticciotto el hijo del ex DT de la UdeC y actual jugador de Palestino y que demuestra brillar con luces propias, usa el en su camiseta «Bruno.Barti» en lugar del clásico Barticciotto.
En la zona también hay apodos que pueden estar en las camisetas como «Pájaro» en la de Roberto Gutiérrez, «Chiqui» en la de Cordero y «Arcángel» en la camiseta lila de Gabriel Vargas… Ah’, por cierto, el uruguayo Matías Santos llega la Universidad de Concepción. ¿Su camiseta dirá Santos o su apodo «Mago»? De ser así, algo de controversia generará.
Ahora queda esperar si es que los jugadores de la zona jugarán distinto y usarán sus apodos en la camisetas o se quedarán en lo tradicional.
Fotografía: AGENCIA UNO.