La conocida canción de Los Prisioneros, «El baile de los que sobran», se puede aplicar a muchos aspectos de la vida, y está vez en el fútbol. Especialmente, al momento que vive la Segunda División Profesional, que sufre los inventos de un mundo cerrado como es el Consejo de Presidentes.
Realmente, no sé a quién se le ocurrirá la idea de dar medio cupo para el ascenso en una división profesional. Parece hasta una burla para los equipos que juegan en esa categoría. Pero lo que más me preocupa es la razón de fondo, y no estoy hablando precisamente de los deportivo, sino que de lo económico. El mantener el reparto de dinero dentro del mismo círculo de “amigos”.
Es ilógico poder sostener una competencia de ascenso sin la mayor motivación, incluso, durante el año creía que un solo cupo para el ascenso era poco. Lo que me deja tranquilo es que el mundo del fútbol condenó el actuar de la ANFP y tengo la esperanza de que esto pueda cambiar -más por imposición social- que por voluntariedad del consejo.
Esto es un tema más, dentro de lo que, creo, que es una división «cacho» para la ANFP. Y es que se pueden sumar cosas, como cuando debían jugar con balones de temporadas anteriores. Una situación menor comparado con la actual, pero que ya marca una pauta. Todo esto, además de vivir a merced de lo que decidan sobre su división, sin tener ni voz ni voto. Pero bueno, para la ANFP sigue siendo una división «profesional”.
Nuestro ente rector se demoró años en darse cuenta que los torneos largos eran la clave para mejorar el rendimiento. Pero aún no se dan cuenta que las tres divisiones deben mantener el mismo sistema, las mismas comodidades y las mismas esperanzas. Ojalá esto pueda tener solución y marcar un precedente con los sistemas de campeonatos.
Fotografía Agencia Uno