Por Emerson Mora.
Era un partido donde se jugaba más que tres puntos, porque el fútbol está lleno de simbolismos dentro y fuera de la cancha. Entre las señales que aparecían en el frente a frente de 11 jugadores por lado, se pueden mencionar, de menor a mayor importancia, las siguientes:
– Choque de dos proyectos futbolísticos, uno dirigido por Felipe Cornejo quien fue desechado junto a varios jugadores que hoy estuvieron en cancha, Fuentealba, Villarroel, Pérez, Avello y García, por la actual dirigencia, que incluye a Sergio Rebolledo, el responsable de armar un nuevo plantel con el “Bichi” Fuertes de estratega.
– Definir una oncena titular y un estilo de juego medianamente claro, cosa que hasta el momento no se ha logrado concretar, considerando que hubo una pre-temporada extensa donde se podía establecer un esquema táctico, un desarrollo físico y una columna vertebral de jugadores titulares para el campeonato. Esto último podría estar medianamente justificado considerando que Cristian Molins llegó después de todo este proceso.
– Finalmente la urgencia de lograr un triunfo con Cristian Molins, como Director Técnico, en la banca del Inmortal, ya que el equipo aurinegro no ha podido sumar de a tres puntos en el campeonato de Segunda y quedando fuera de Copa Chile en primera ronda con un global de 4-0, por esto se hacía imperioso ganar para subir el ánimo del plantel y de la exigente hinchada Vialina que ya comienza a impacientarse.
Más allá de los simbolismos, en el terreno de la realidad, el desarrollo del partido de Independiente de Cauquenes con Fernández Vial se podría resumir simplemente como un tiempo para cada uno, considerando el empate y un gol en cada tiempo. Pero no fue tan así. Un primer tiempo parejo, mucho juego trabado en el centro de la cancha con poco fútbol asociado. Lo que ya se hace costumbre es la seguridad que muestra Miguel Jiménez (aunque por un exceso de confianza se complicó por salir jugando y Kevin Martínez casi anota en el segundo tiempo) pero el equipo rojo fue más eficaz, tuvo más la pelota y aprovechó las bandas, con dos jugadores con experiencia en el desborde, Marcelo Pérez por la izquierda y Guillermo Avello por la derecha, este último habilitó al goleador Kevin Martínez que anotó el primer gol a los 36 minutos, siendo superados Poblete y Cáceres en la defensa Vialina.
En el segundo tiempo, el Inmortal se calmó y pudo hacer un juego asociado, pero fueron determinantes las decisiones del técnico Molins y del árbitro Millas. El primero decidió el ingreso Améstica por Cáceres, Cuevas por Asken y Cid por Alfaro, y el segundo a los 85´ expulsó del campo de juego a Álvaro Torres por un entrada fuertísima al 10 aurinegro Alex Díaz. El segundo aire del Inmortal permitió que el Arnaldo “Paragua” Torres bajara la pelota con la izquierda y la metiera en un ángulo con la derecha a los 87´, sacando su mejor faceta y retomara la confianza perdida, pero el Inmortal quería más y el delantero Retamal lo tuvo junto a dos compañeros, pero se jugó la “personal” y falló al final del partido. Lo que no falla son los incidentes después de los partidos, ya que el “choque” de proyectos se expresó en golpes entre el Gerente Técnico aurinegro, Sergio Rebolledo, quien constato lesiones en un servicio de salud, y dos ex jugadores pertenecientes a la institución centenaria, Pérez y Millán, quienes fueron detenidos por la fuerza pública posterior a el altercado.
Raya para la suma, Fernández Vial logro un empate y se va con un gusto más a chicha que a vinagre por el desarrollo del partido, donde el equipo fue de menos a más, donde un delantero volvió a anotar y se jugaba contra un equipo que tiene como columna vertebral al plantel del ascenso de Fernández Vial del 2017.
Ahora solo queda pensar y prepararse para enfrentar a Colchagua en San Fernando donde la hinchada aurinegra no fallará, ni abandonará como es de costumbre, porque ningún vialino deja “botado” a otro vialino, a pesar de los errores y malos resultados.
Foto: Felipe Venegas.