Por Emerson Eduardo Mora Le Fort
El partido de vuelta era complicado futbolísticamente y el encuentro de hinchadas también. Más para Fernández Vial, sobre todo por el resultado de local, donde fue vencido por 2 a 0 por Ñublense y, “recalentado”, por los incidentes previos a los 90 minutos en el nuevo Collao, cuando un hincha del Inmortal fue apuñalado, trasladado a urgencia del Hospital Regional y coincidentemente, a modo de premio de consuelo, se encontró con el Arnaldo “Paragua” Castillo, quien durante el partido sufrió un golpe en la cabeza y salió directo al hospital, varios imaginamos lo peor, que se quedaba otra vez a la banca y perdíamos a un goleador nato.
Para Ñublense la ventaja alcanzada le daba cierta tranquilidad, además era local en un remozado recinto para el futbol, construido dentro del proyecto del gobierno anterior, conocido como la Red Nacional de Estadios e Infraestructura Deportiva y bautizado como Estadio Bicentenario Municipal de Chillán Nelson Oyarzún Arenas, ubicado al frente de una maltraída media luna de rodeo, recinto para un juego, que menos mal, está en decadencia. Un estadio seguro para el rojo, para eliminar al Vial de la ex Copa Polla Gol.
Dos centenarios clubes se batían con la ilusión de pasar a la siguiente ronda y, ¿por qué no?, luchar para convertirse en Chile 4 de cara a la Copa Libertadores 2019.
Fernández Vial no pudo continuar en Copa Chile porque dentro de la cancha se enfrentó a un equipo que demostró la categoría en la que se desempeña, con jugadores más experimentados, con buena presión en mitad de cancha y una defensa ordenada que solo ha sido batida en 9 ocasiones, en 11 fechas en lo que va corrido del campeonato de Primera B. Pero tampoco mostró tanto como para avasallar al equipo del marino insigne.
El primer tiempo fue parejo, jugando en contra del Vial la notoria ansiedad por conseguir un gol, que en palabras del profe Cristian Molins provocó una serie de imprecisiones en los pases y el apresuramiento de entregar rápido el balón, sin esperar a un compañero en mejor posición para manejar la “caprichosa” y darle una profundidad a los ataques en terreno chillanejo.
En el segundo tiempo el cuadro rojo logró ser eficaz en sus llegadas, anotando los dos goles que a la postrimería le darían el triunfo, cosa que en el primer tiempo, y por largos momentos del segundo lance, no pudo concretar debido a la labor de Miguel Jiménez, quien sacó a relucir sus años de experiencia en los arcos de distintos equipos de Chile, entre ellos el propio Ñublense en la temporada 2011-2012.
Viendo “la mitad del vaso lleno”, el equipo aurinegro mejoró, se vio más ordenado y se creó más oportunidades de gol, pero lamentablemente no concreto, lo que sí hizo su rival, con Diego Opazo a los 58′ y Sebastián Varas a los 87´, quienes aprovecharon las oportunidades, entregándole a la “longaniza mecánica” el paso a la siguiente ronda.
Lo que vino después para la hinchada del Inmortal es historia conocida, no es primera vez, quizás no sea la última, que le agreden de esa forma; la prensa le denomina “uso indebido de la fuerza”, una apología al eufemismo. Pero seguimos con vida, un tropiezo no es caída y contra Independiente de Cauquenes se llega con más experiencia y con un entrenador que poco a poco instala su estilo de juego, en un plantel fuerte para la Segunda Profesional.
Foto: Felipe Venegas