Apenas dos días de preparación tuvo el nuevo entrenador de Fernández Vial, Cristian Molins, para enfrentar a Ñublense por Copa Chile y aquello se vio reflejado en el marcador final entre ambas escuadras, puesto que el Inmortal perdió 2-0 ante los Diablos Rojos, comenzando, de esta forma, con una derrota el «Ciclo-Molins».
Sin embargo, el estratega trasandino, pese a no irse conforme del encuentro destacó los aspectos positivos que vio del equipo en la caída frente al cuadro que milita en la Primera B: «Pasamos por diferentes momentos del juego, yo creo que hubo momentos en que no estuvimos claros con las ideas, sobretodo en los primeros diez minutos nos costó un poco entrar con claridad y nos quedamos demasiado con el balón lo cual permitió que nos robaran la pelota en mitad de cancha y nos agarren con algunas transiciones rápidas, a partir de ahí fue mejorando un poco el equipo en el orden y en el tratar de jugar más simple», aseguró.
Agregando que «a medida que jugamos simple el equipo se vio bien, yo creo que la gran diferencia fueron esas. En el momento en el que se jugó simple, nosotros tuvimos juego por las bandas y pudimos finalizar el centro. Y en los momentos en que nosotros nos quedamos un poco con el balón permitimos que el rival nos llevara a errores y empiece a tener una buena posesión y a buenas transiciones», reveló.
Asimismo, dio a conocer su ambición en lograr mejorar el funcionamiento del equipo: «Uno nunca queda conforme, aunque sean dos días. Lo hablábamos con los muchachos y nadie quedó conforme en el vestuario, yo les decía que estaba satisfecho por la entrega de ellos, nunca se dieron por vencidos, siempre quisieron intentar, a veces con buenas armas y a veces no con tanta claridad, pero uno siempre quiere más, siempre le pide más a los jugadores y ellos quieren dar más», reveló.
¿QUÉ FORMA DE JUEGO QUIERE?
También, destacó la capacidad del plantel que, según él, por ratos, mostró funcionamientos atractivos: «Nosotros queremos buscar un equilibrio. En el primer tiempo quedé conforme con el tema de la presión en zona intermedia, yo creo que ahí se trabajó bien y en el segundo tiempo me gustó el tema de los ataques por las bandas con los desbordes de Joaquín (Muñoz) con los ataques de (Juan) Cáceres, cuando pasó un poco más adelante, con los desdobles de Matías Améstica, y en el final, en los últimos quince minutos, se vio bien el pasillo interior con el ingreso de Alejandro Díaz. Entonces tenemos que tratar que en un partido poder juntar todos esos factores, que no sean momentos de diferentes partes del juego, sino que se junten y tratar de armar el modelo de juego a partir de todas esas variantes. Lo importante es que el equipo demostró que tiene cosas para seguir creciendo y habrá que trabajar para que sea constante en el juego», aseveró.
Por último, tuvo palabras para la labor de la hinchada que apoyó en todo el partido a los jugadores: «Hubo un momento en el juego donde el aliento se sintió muchísimo desde adentro e impulsó al equipo a ir en busca del gol y a someter al rival en un pasaje importante del segundo tiempo. Lo decía el otro día en la conferencia, a veces la gente no es consciente del poder que tiene y el poder es ese de alentar, de tirar siempre al equipo hacia adelante con sus gritos, fuerzas y eso es lo que pretendemos (…) tiene que ser una retroalimentación, ellos nos transmiten su aliento y fuerzas, y nosotros vamos a transmitir buen juego, garra y ganas de vencer en todos los partidos, así que esperemos hacer un buen tándem con la hinchada, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. Tenemos que estar más unidos que nunca, y yo sé que al club le ha costado muchísimo estar en Segunda División, jugando Copa Chile y no hay momento para estar dividido, sino que para juntarnos y sacar esto adelante», sentenció.