El portero repasó su trayectoria en una conversación exclusiva para el programa “Entrevista en Casa” de LPEM TV, donde se refirió a sus años en el fútbol y los logros que ha obtenido.
En las inferiores de Cobreloa comenzó la historia de Miguel Jiménez como guardameta, quien hoy, a sus 39 años ha sabido dejar su huella en el fútbol nacional, comenzando profesionalmente en General Velásquez y teniendo pasos por Iberia, Deportes Antofagasta, Cobreloa y varios equipos que han marcado su carrera.
En 2005 llegaría a Lota Schwager mencionando al respecto que “yo no tenía mucho conocimiento de Lota en ese momento, un equipo de bastante esfuerzo, faltaban muchos recursos”, aludiendo a que pasaron diversas anécdotas en el cuadro carbonífero, donde además fue parte del equipo que ascendió a Primera División en la temporada 2006. “Hay para escribir un libro con Lota”, añadió.
Luego tendría un destacado paso por Deportes Iquique (especialmente en 2010), equipo con el cual ganó el campeonato Primera B (ascendiendo) y también la Copa Chile. Lo anterior lo llevaría a jugar por Ñublense durante el año siguiente.
Su paso por Huachipato fue muy importante, ya que tuvo la oportunidad de participar en la Copa Sudamericana en 2014. Del equipo siderúrgico destacó el trabajo realizado por Mario Salas y lo beneficioso que fue para su carrera. “Es uno de los técnicos que te va dejando cosas súper positivas, uno como jugador crece”, mencionó.
En 2015, llegaría la gran oportunidad de su carrera, al ser llamado por Universidad de Chile. “Me emocioné mucho, fue el fruto de muchos años”, comentó que pensó cuando se dio aquella oportunidad. Sin embargo, el día que le tocó debutar por el “Romántico Viajero” señaló que sentía presión, pero que fue sin duda uno de los partidos que más recuerda. “Cuando jugué mi primer partido con la U, era una presión tremenda reemplazar a Johnny”. Cabe mencionar que ganó una Copa Chile (jugando varios partidos) y una Supercopa con el conjunto azul.
Posteriormente, Jiménez tuvo la oportunidad de regresar a Iberia, mencionando que “entregué lo que más pude”. Luego llegó a Fernández Vial, donde dijo haber tenido un año enriquecedor, para finalmente unirse nuevamente a Ñublense, su club actual y con el cual afirma sentirse identificado.
No cabe duda, que Miguel Jiménez es un referente de esfuerzo y profesionalismo, dejando una huella importante en los clubes donde ha tenido paso como futbolista y como persona.
Miguel Jiménez el palo kagao. Nadie quiere sentarse junto a el, es venenoso, mal intencionado .
Pregúntenle ir que no puede volver a los angeles .
Del Huachi salió mal ni hablar de Iberia , por mala leche Ñublense no sube este año .