En entrevista realizada por el Facebook Oficial del club, Luis Marcoleta recordó su histórica campaña en Chillán, donde logró que el club pasara del fútbol amateur al profesionalismo en tan solo 3 años.
Empezaba el año 2004 con un Ñublense jugando en 3° división, con un proyecto a largo plazo, comandado por el Presidente del club en ese entonces, Sergio Zarzar, quien contrató a Luis Marcoleta para dirigir a los Diablos Rojos. Lo que vino después es historia, en tan solo 3 años, el cuadro chillanejo pasó de jugar en el fútbol amateur al profesionalismo.
«Hicimos una campaña que nos costó, porque Melipilla nos sacó muchos puntos de ventaja, pero el equipo tuvo la capacidad y la calidad de reponerse ante eso y lograr emparejar en la tabla de posiciones. Llegado el partido ante U. San Felipe, donde si ganábamos, era ascenso. Estadio lleno, no caía ningún alma. 2-0 San Felipe arriba, era para morirse, pero el equipo tenía esa capacidad y era muy receptivo a los mensajes», recordó el actual DT de Rangers de Talca, sobre el partido que definió el ascenso de los Diablos Rojos a primera división.
Aquel partido definía si Ñublense lograba el ascenso o no a la división de honor del fútbol chileno. El cuadro de Chillán comenzó perdiendo por 0-2, pero lo dio vuelta en el minuto 92 tras un gol anotado por Néstor Zanatta, desde el punto penal, provocando la euforia de los hinchas.
Sobre el recuerdo de Marcoleta por Ñublense, reconoce que eran sus primeras armas como director técnico, lo que le sirvió para su carrera a futuro: «Era mi tercer ascenso entonces ya empezábamos a hacer carrera. Para mí, Ñublense me ayudó mucho a hacer el nombre que tengo y me ayudó mucho para consolidar mi carrera con esos dos ascensos».
Tras cuatro exitosos años en el club, Luis Marcoleta ha dirigido en distintos equipos de Primera B, y muchos lo catalogan como un «especialista» en la división debido a sus 4 ascensos en la categoría y otros 2 en tercera división. Actualmente dirige a Rangers de Talca y promete ser uno de los protagonistas en el campeonato.
Fotografía: Felipe Venegas.