La Pelota es Mía realiza una serie de notas respecto a la situación actual del Ancla, luego de que se cumplieran 76 años de historia y herencia chorera. Para entender por qué el elenco navalino aún no vuelve a la cancha, salvo el regreso express y como invitado a la Segunda División, recorrimos parte de la historia y las razones que llevaron a una salida de la ANFP que parece no tener retorno… por ahora.
El calendario imaginario que ocupamos para elaborar este tipo de reportajes nos permite retroceder el tiempo, particularmente al 18 de diciembre de 2017, fecha donde la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP emitía un fallo demoledor para las intenciones de Deportes Naval SADP en el fútbol profesional.
Un Naval que a esa altura ya había finalizado su participación en el torneo de Segunda División con un meritorio segundo lugar conseguido tras sumar 32 puntos, y donde no pudo pelear por subir a la Primera B por el formato establecido, donde el subcampeón de la temporada anterior debía jugar una final con el puntero de la fase regular.
En el fallo de la corte se puede leer de forma clara que ratifica el fallo de la primera sala del 27 de noviembre del presente año «que sanciona al Club de Deportes Naval SADP al descenso al término de la temporada 2016-2017, a la categoría inmediatamente inferior por el no pago de las obligaciones laborales y previsionales correspondientes al mes de septiembre de 2017. La determinación se toma en consideración de haber sido sancionado anteriormente el mismo club por dos incumplimentos similares y consecutivos, respecto de las obligaciones laborales y previsionales de julio y agosto de 2017».
Gilberto Araya, gerente general de Naval SADP señalaba en un matutino local al día siguiente que la opción era volver a jugar gracias a un trabajo conjunto con el Club Deportivo y Social Naval de Talcahuano, considerando que los derechos federativos pertenecen a la sociedad que hasta hoy lidera Fernando Rojas: «Hay temas legales que solucionar. Ahora el CDS para participar en Tercera División tiene que tener un certificado de no deuda con la ANFP y ese lo tenemos que conseguir nosotros como SA. Hay que sentarse con CDS, traspasarle la información».
Así las cosas, el Ancla era descendido del fútbol profesional y debía apostar todas sus fichas en volver a competir recién en 2019, ya que para esa fecha las postulaciones para jugar en ANFA ya estaban cerradas y no había interés desde ANFA Regional de abrir un cupo adicional, considerando la expectativa que rodeó la participación de otro equipo de peso: Deportes Concepción.
2019 ERA EL AÑO, PERO OTRO GOLPE TUNDIÓ TODO
Tras declaraciones de buenas intenciones, pero falta total de acuerdo, el año 2018 fue de intentar acercar posiciones y pensar como podía volver a tronar el cañón en el mítico Estadio el Morro y la Kaña Brava volver a gritar con fuerza «YA NAVAL!».
Durante el último trimestre, el CDS iniciaba un proceso clave con la búsqueda de jugadores y el armado de un plantel 2019 que pudiese competir en Tercera División, tal y como mandataba la ANFP. Andy Lacroix era el DT que tomaba las riendas del proyecto que lideraba Cristian Ferrada con la esperanza de entrar a competir en ese torneo que se convirtió en una versión moderna de los regionales.
El 13 de diciembre, el CDS Naval presentaba de forma oficial el cuaderno de cargos ante la ANFA Regional para postular a competir en Tercera División, idealmente en Tercera A. Así lo planteaba Cristian Ferrada: «Hoy ya estamos con la postulación definitiva para que Naval pueda volver a la cancha en el año 2019. Creemos que Naval por su estado de descenso (por resolución de la ANFP) del 2017 le corresponde jugar en Tercera A”.
Sin embargo, el primer mazazo llegó a los pocos días después. Exactamente el 28 de diciembre, ANFA informaba que entre los elencos que competirían en la zona sur de Tercera División no estaba considerado Naval de Talcahuano.
¿La razón? «Naval no fue aceptado por las deudas que dejó en la ANFP. La decisión fue tomada por una comisión integrada por abogados la que se encargó de revisar la documentación entregada por los postulantes», indicaba Juan Jiménez, presidente de ANFA Biobío a un matutino local, en contradicción con lo planteado anteriormente por medio de un documento que señala que no habría deuda entre CDS Naval y la ANFP.
Una frase al menos contradictoria, considerando que al momento de recibir la postulación, el mismo Jiménez indicaba que «Es un orgullo para el fútbol regional recibir la postulación de un equipo como Naval de Talcahuano. Tengo conocimiento de esto, ellos siempre han existido y su regreso era muy requerido. Ellos se iniciaron con el fútbol amateur y que vuelvan es bueno, pero uno espera que vuelvan al fútbol de elite (…) Es un caso especial ya que bajó de Segunda División, por tanto yo tengo entendido que debería jugar en Tercera A, así como Lota Schwager y por tanto no debería tener problemas. Hablé con el directorio nacional y solicité que todos los postulantes de la zona puedan participar del torneo de Tercera A, y poder realizar como antaño el torneo regional».
Esto motivó a que la gente saliera a las calles a manifestarse, pidiendo que Naval volviese a jugar. Sin embargo, eso no ocurrió salvo la historia ya contada en la nota anterior llamada «El último partido».
LA CONTRADICCIÓN DE LA ANFP
Ya ha sido contado, y recientemente recordado que la vuelta de Naval a la Segunda División fue breve, sin puntos en disputa y por sólo un partido -amistoso ante Fernández Vial que terminó 1-1 en junio pasado- luego de que los demás equipos se negaran a jugar y las obligaciones comprometidas con la ANFP no se cumplieran, pese a saldar algunas deudas.
Sin embargo, y en el medio de la negociación previa a ese partido donde el Sifup motivó un paro de jugadores, que terminó haciendo que un par de partidos se jugaran con juveniles, la ANFP emitió dos comunicados que más que aclarar confunden sobre la situación en que Deportes Naval SADP -dueño de los derechos federativos- se encontraba.
Un primer comunicado del 30 de mayo señala que «la resolución precautoria que ha obtenido Naval S.A.D.P. consiste en “no desafiliar al Club de Deportes Naval S.A.D.P. de la Corporación de la que forma parte”. Naval S.A.D.P. no forma parte de la ANFP desde diciembre 2017, oportunidad en la que descendió de la última división profesional, mantuvo una deuda cercana a los 150 millones de pesos con la ANFP y dejó con sueldos impagos a jugadores y trabajadores. Al no ser parte de la ANFP desde 2017, esta Corporación estima no corresponde cumplir dicha medida».
En la misma misiva se aclara que a la fecha no ha habido contacto con Fernando Rojas, ante un intento de volver a jugar.
Sin embargo, 24 horas más tarde la contradicción surge. En un comunicado público, la ANFP intercambia los conceptos y apunta a que «Naval S.A.D.P. fue desafiliado de la ANFP el 18 de diciembre de 2017 por no pago de sueldos e incumplimiento de obligaciones laborales. Anteriormente, en el año 2014, Naval S.A.D.P. fue descendido a Segunda División por el mismo motivo y por adulteración de planillas de pago».
Entonces, ¿fue descendido o desafiliado? Cuestión que a simple vista pareciera no ser relevante, pero reviste total importancia ya que un elenco que fue descendido si podría apelar a cumplir una sanción, ciertos requisitos, y volver a la categoría de la que fue descendido, pero un elenco desafiliado desaparece de todo registro y debe ser otro el que tome su lugar.
En esa última misiva, la ANFP entrega más detalles como que «la licencia de clubes de Naval S.A.D.P. fue rechazada en noviembre de 2017, entre otras, por no presentación de presupuesto anual, estados financieros ni estatutos y extracto de registros vigentes» o que «a la fecha, Naval S.A.D.P. no está vigente como Sociedad Anónima en la Comisión para el Mercado Financiero ni aparece en los registros del IND».
En simple, la Asociación enfatizó reiteradamente que Naval SADP no existía en aquel momento. Sin embargo, y ante la presión del gremio de futbolistas, la ANFP cedía y Naval era incorporado como invitado, bajo ciertas condiciones.
Una nota de Emol apunta a que los del Ancla «deberán depositar la garantía de tres meses de sueldos y los contratos serán registrados en la ANFP, de tal manera de garantizar las remuneraciones del plantel» desde el 31 de agosto de este año para sí obtener el licenciamiento de clubes.
Además expone que esta medida puede revertirse ya que «la incorporación no paraliza de manera alguna los procesos judiciales vigentes de la ANFP con Naval. Las resoluciones que emanen de estos serán respetados y, en caso de ser favorables a la ANFP, Naval dejará de ser parte de la Corporación de manera inmediata».
Finalmente esto ocurrió y Naval nunca pudo completar su participación, hoy está fuera de la ANFP como afiliado y su futuro pareciera depender de que ocurrirá tras la salida de Sebastián Moreno.
LAS OPCIONES
Con todo lo ocurrido en el contexto nacional, las mayores opciones apuntan a ver a Naval de Talcahuano nuevamente en cancha a partir de 2021. Pero, ¿en qué categoría o bajo que administración? Lo que está claro hasta hoy es que ni la SADP ni el CDS cuentan con un elenco o cuerpo técnico que ya esté trabajando para armar un plantel que pueda inscribirse a competir.
A nivel judicial, la disputa entre la Sociedad Anónima y la ANFP continúa. El 10 de enero pasado, el recurso interpuesto por la SADP en contra de la Asociación para intentar su reincorporación a la competencia fue reingresado al 4° Juzgado Civil de San Miguel, y a la fecha ya se presentó un recurso de protección con una orden de no innovar durante el mismo enero, la cual fue desestimada por la existencia de un fallo.
El pasado 19 de mayo se convocó vía Zoom la realización de una videoconferencia para conocer el estado actual del recurso, en la que participarán tanto el abogado Oscar Fuentes en representación de la ANFP y representantes de la SADP.
A medida que la disputa en tribunales no se cierre, los portazos continuarán como se ha visto, y lo más sensato sería tomar las palabra de Gilberto Araya aquel lejano 2018 y acercar posiciones entre el CDS y la SADP para que finalmente sea un Naval el que en 2021 vuelva a competir.
Incluso, fuentes de La Pelota es Mía apuntan a que existiría la voluntad de parte de distintos allegados a lograr ese acuerdo, considerando que entre ambos reúnen el 90% de las acciones de la SADP, y que en los últimos meses un grupo relevante de miembros del CDS han realizado distintas actividades e iniciado una coordinación de cara al futuro. ¿En que terminará? Esperamos que con un sólo Naval en cancha.
Para registro de esta publicación, desde la SADP declinaron entregar alguna declaración respecto a la situación actual del Ancla.
Fotografía: Felipe Venegas/La Pelota es Mía