Hace unos días tuve la oportunidad de recoger el testimonio de un paciente recuperado por Covid- 19, donde me daba muestras de todo lo que tuvo que pasar para doblarle la mano a una pandemia que ha cobrado miles de vida en todo el mundo, y hoy nos tiene en una delicada situación, donde debemos prepararnos enfrentar la justa de honor.

La familia, las ganas de salir adelante, el enfrentarse a un enemigo desconocido, y el sacrificio fueron claves para que esta persona pudiera derrotar el coronavirus. Si uno analiza lo que enfrentamos como humanidad, no es tan lejano, guardando las proporciones, a lo que le tocó vivir a Deportes Concepción en abril del 2016. Se enfrentaba a un enemigo poderoso, con un alcance desconocido de poder, capaz de todo, teniendo como resultado a un club que quedó prácticamente conectado a un ventilador mecánico a la espera de un desenlace fatal.

Ahí aparece la familia y las ganas de salir adelante. El León de Collao fue dado por muerto por las incompetentes autoridades, varias que tiempo después arrancaron de un barco que sigue hundiéndose y descubriendo cuánto dañaron al fútbol chileno. La gran familia del cuadro lila, sus hinchas, tomaron a este club en la UCI, y pese a todos los pronósticos negativos, lo comenzaron a levantar, poco a poco, dando muestras de un sacrificio excepcional, y de porque en situaciones trágicas, a veces solamente necesitamos del amor de los nuestros para sobreponerse.

Deportes Concepción volvió, más fuerte, y copó la agenda mediática nacional con el relato de un club que meteóricamente salió de su estado crítico, le removieron su ventilador mecánico, y caminó a través de la UCI para salir nuevamente al fútbol y demostrar en dos años que tenía todo lo necesario para volver a su vida habitual. No lo hizo solo. El León estuvo acompañado en todo momento por su manada, que se llenó todos los elogios del mundo del fútbol con convocatorias espectaculares, y con una fidelidad digna de imitar.

El León de Collao derrotó a un enemigo que en ese entonces era poderoso, a un enemigo que en ese entonces podía poner a cualquiera de rodillas, a un enemigo que tenía pensado seguir causando pavor entre los hinchas del fútbol. Hoy, ese enemigo es más débil, a ese enemigo le empezaron a descubrir sus propios errores para empezar a quebrantarlo, y Deportes Concepción fue el ejemplo más claro de cómo sobreponerse a una situación así. Un ejemplo que perfectamente podemos replicarlo con lo que está pasando hoy con el coronavirus, una pandemia que requiere de toda nuestra destreza, amor y sacrificio, para poder combatirla y salir victoriosos.

Sí, se puede ¿Será fácil? Claro que no, pero cuando la victoria se consigue con trabajo, dedicación y amor propio, se celebra mucho más que un triunfo común y corriente. Cuando con jugadores menos lograr dar vuelta un partido en el último minuto, lo festejamos mucho más que un 5-0 demoledor, así vamos a derrotar al Covid-19.

En un escenario normal, Deportes Concepción viviría su aniversario número 54 con un ambiente totalmente enfocado en lo que hubiera sido el clásico de este fin de semana ante Arturo Fernández Vial. Los hinchas del León de Collao con fixture en mano comenzaron a sacar cuentas, reservar pasajes y programarse para acompañar a Deportes Concepción esta temporada, pero habrá que esperar.

La paciencia que tuvieron para retornar al profesionalismo, demuestra que el Club está capacitado para contrarrestar los efectos del coronavirus en el fútbol, hoy Deportes Concepción es una institución fuerte, que mientras algunas empresas son focos de críticas por el
trato a sus trabajadores, el León de Collao se adelantó y logró un acuerdo entre dirigentes y jugadores, demostrando algo que hoy no se ve mucho, que todos suman para el mismo objetivo, todos trabajan como uno, y con el bienestar de una institución como gran objetivo.

Los hinchas aprovechan este receso para rememorar tantos bellos momentos de los 54 años del club. Jugadores, partidos, técnicos, temporadas y miles de anécdotas se toman las redes sociales, con esa sensación de tranquilidad. Todos quieren ver a Vargas, Gazale y compañía en cancha, pero ya vendrá, a no apurarse, el León de Collao va bien encaminado, así que paciencia, y a disfrutar un nuevo año.

El paciente recuperado del Covid-19 comentaba que a partir de ganarle la batalla al virus, su vida toma otro rumbo y otra sensación. Sin duda, cada celebración de cumpleaños será distinta, será valorar lo que tiene y lo que salvó de perder, así pasa con Deportes Concepción, que desde ahora en adelante cada nuevo aniversario es para tirar la casa por la ventana, en señal de celebración de que todo lo que tiene hoy el club, fue gracias a ese gran triunfo ante la adversidad, victoria que todos esperamos hoy en la lucha con el coronavirus.

Ya vendrá el clásico contra Fernández Vial, ya vendrán los viajes, ya vendrá la oportunidad de ilusionarse con un nuevo ascenso. De momento, el León de Collao apaga las velitas en un nuevo aniversario, y sigue preparándose, como es su costumbre, con destreza, amor y sacrificio para enfrentar la justa de honor.

¡Felices 54 años Deportes Concepción!

Fotografía: Carlos Ávalos/La Pelota es Mía