El partido ante Caupolicán de Cauquenes era el último examen que debía enfrentar el CSD Concepción en la primera rueda de la fase zonal del torneo de Tercera B,el cual aprobó en la cancha con 60 minutos a un alto nivel, y las galerías con mas de cuatro mil personas, pese a la inconformidad del entrenador Esteban González.

Al comienzo del torneo de Tercera B, el CSD Concepcion asumió que seria protagonista desde el primer momento. Un protagonismo apegado a su historia y su refundacional presente, con publico que agotó entradas en lugares desconocidos para la geografía del fútbol nacional.

En su último examen de la primera rueda no defraudó con este rol protagónico y venció 3-1 a Caupolicán de Cauquenes, con solidez y buen juego de toque en casi todo el primer tiempo y parte del complemento.

La apertura de la cuenta ocurrió a los 107 segundos de juego, cuando Iván Jara con un sutil remate a tres dedos batió al meta rival Miguel Salazar. 1-0 y la locura de la parcialidad lila que quiso celebrar a sus padres en la cancha y lejos de los ecos mundialeros.

Tras el gol, el juego se equilibró por varios pasajes, con las aproximaciones de los volantes Matt Lagos y Matias Yañez para los lilas, y el medio campista Sebastian Novoa para la visita.

Sin embargo a los 39 minutos y tras un centro de Ivan Jara, el delantero Daniel Benavente convertía el 2-0 parcial.

En el complemento, los lilas apostaron a cerrar el marcador lo que lograrían a los 53 minutos gracias a un roce en el delantero Ignacio Hermosilla, tras un remate de Iván Jara. Pero dos minutos mas tarde, Sebastian Novoa lograría el único descuento para Caupolicán tras una desinteligencia en el área lila.

Errores que se repetirían en la defensa local, pero que no impedirían cerrar con una fiesta la primera rueda, quedando segundos en la tabla de posiciones.

La próxima fecha, primera de la segunda rueda, los lilas reciben a Ranco el sábado desde las 16 horas. Un elenco que sabe que tiene el tiro al blanco en el escudo, como favorito, y debe apostar a luchar en lo mas alto.

Fotografia: Archivo La Pelota es Mia